El departamento catalán de Salud ha empezado a utilizar en Girona una nueva técnica para detectar casos de COVID-19 basado en la automuestra, un sistema con el que cada persona puede recoger su propia muestra al pasar durante cinco segundos un bastoncillo por las dos fosas nasales.

La consellera de Salud, Alba Vergés, ha explicado que los test se harán bajo supervisión médica, pero con la ventaja de que el nuevo método permitirá "ser más ágiles" porque no se necesita "tanto personal sanitario" y, a la vez, aumentará la capacidad de testar a la población.

Vergés ha explicado que comenzarán aplicando esta técnica en las escuelas, a partir de Primero de ESO, y entre el personal de residencias y centros hospitalarios.

Esta semana han comenzado a utilizar las automuestras en escuelas de Girona y entre el personal de residencias del Vallès y Barcelona, de forma que, paulatinamente, se implantará en toda Cataluña, ha señalado la consellera, quien ha afirmado que el personal de las residencias se hará pruebas cada dos o tres semanas.

Esta técnica se sumará al resto de pruebas como los PCR y los test de antígenos, y permitirán "ganar rapidez" en la detección de nuevos positivos. La conselleria de Salud calcula que en Cataluña se podrán realizar unas 24.000 pruebas más al día, que se sumarán a las 30.000 diarias que se hacen actualmente.

Salud ha notificado hoy 3.383 nuevos contagios y 17 defunciones más en Cataluña. Los enfermos de coronavirus en los hospitales suben de 90 personas. El riesgo de rebrote también se dispara y llega a 438 puntos.

Sobre las medidas restrictivas que desde el viernes están en vigor en Cataluña, y que incluyen el cierre de bares y restaurantes, la consellera no ha especificado si se tendrán que alargar 15 días más. "La mejor manera de no tener que alargar las medidas es cumplirlas bien", ha asegurado antes de volver a pedir a los ciudadanos que reduzcan la movilidad y los contactos sociales.

En este sentido, el vicepresidente y conseller de Economía, Pere Aragonès, ha afirmado que el toque de queda -que se ha aplicado en ciudades como París- "no está sobre la mesa", pero que no descartan "ninguna medida más intensiva en el futuro. Dependerá de la evolución epidemiológica", ha dejado claro.