Puigdemont ha asegurado que "no hará falta apurar hasta el final" el límite del 22 de mayo para investir al nuevo presidente catalán antes de que venza el plazo que conllevaría la convocatoria automática de elecciones.

"Si no es posible Jordi Sànchez, hemos de proponer a otro candidato", ha afirmado Puigdemont -en una entrevista en TV3 desde Alemania-, convencido de que hay "tiempo para encontrar soluciones que respeten el mandato de la gente y que eviten elecciones". Esas soluciones, ha señalado, pueden pasar por la "reforma de la ley de la presidencia", que impulsa JxCat para hacer posible una eventual investidura a distancia del propio Puigdemont.

En cambio, "no pasa" por el hecho de que tanto él como el exconseller Antoni Comín renuncien a su escaño, ha remarcado. Puigdemont ha advertido, en cualquier caso, de que no hay que conceder al Estado un "Govern de rodillas", sino formar un ejecutivo que responda al "mandato" del 21D y que aplique un "plan de choque" para "reconducir los efectos" del artículo 155 de la Constitución.

Aunque ha subrayado que en JxCat no quieren elecciones, ha reconocido que sería "ingenuo" pensar que hay "riesgo cero" de una repetición electoral, ya que en el Estado puede haber ese "interés". Puigdemont ha cargado contra el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que "no se ha presentado a las elecciones" y cuya función "no es intervenir el poder legislativo", porque esa es "una línea roja que no hemos de dejar pasar", ha señalado.

Según el líder de JxCat, "por más que haya un juez que se esté ultrapasando" de su "ámbito de competencia", la respuesta soberanista "no puede ser plegarnos a su voluntad", y por eso ha aplaudido la querella promovida por el Parlament contra Llarena.

En su opinión, el independentismo debe "defender la posición" para que Llarena tenga que "responder del abuso" que a su juicio representa no permitir a Sànchez salir de prisión para poder ser investido, lo que demuestra que "hay diputados de primera y de segunda".