El 27 de diciembre se inyectaron las primeras vacunas de Pfizer/BioNTech en España. El Gobierno ya avisó desde el principio que la vacunación arrancaría despacio pero que, posteriormente, alcanzaría "velocidad de crucero" -en palabras del ya exministro de Sanidad, Salvador Illa-. Sin embargo, un mes después, apenas se ha administrado 1,3 millones de dosis. En España somos 47 millones de habitantes.

Pero la inmunidad solo se consigue siete días después del segundo pinchazo, que ha de inocularse tres semanas después del primero. A día de hoy, menos del 1% de los españoles cuentan con defensas frente al virus gracias a las vacunas y los problemas de suministro en las vacunas ya han provocado que comunidades como Madrid o Cataluña paralicen las inoculaciones. En el caso de la primera, han decidido suspender la administración de las primeras dosis durante lo que resta de semana y la que viene. En el caso catalán, las afectadas son las segundas dosis: 10.000 personas tardarán más en completar el ciclo de vacunación.

De acuerdo con los últimos datos publicados por Sanidad en su informe de vacunación, España ha recibido 422.955 dosis más de la vacuna de Pfizer esta semana y se ha visto reflejado en el balance de las entregadas a las autonomías. A España han llegado viales con 1.769.055 vacunas (contabilizando cinco pinchazos por cada bote) y las comunidades han administrado 1.356.461, el 76,5%.

Si comparamos los datos del informe del miércoles con los de la jornada anterior, en un día se han aplicado tan solo 65.245 vacunas, un ritmo muy bajo. La mayoría, segundas dosis: el número de personas con el ciclo completado ha aumentado en 49.369, con lo que ahora hay 173.066 personas completamente -o a punto de estarlo- inmunizadas.

Pero esta cifra dista mucho de la meta establecida por el Ejecutivo: el Ministerio de Sanidad quiere alcanzar al 70% de los españoles en verano. Ahora mismo, y después de un mes, solo un 0,36% de la población es inmune frente al COVID-19.

Los problemas de suministro

Según ha informado Pfizer, ya se ha restablecido el suministro original de vacunas a los estados miembros de la Unión Europea, después de varias semanas con envíos muy reducidos por unos cambios en las líneas de producción, de acuerdo con la farmacéutica, para aumentar la producción. Según la multinacional, a partir del 15 de febrero llegarán más dosis todavía gracias a estas modificaciones: "Habrá un aumento de suministro, lo que nos permitirá alcanzar la cantidad de dosis de la vacuna comprometida totalmente en el primer trimestre e incrementarlo significativamente en el segundo", afirman.

Además, ahora Pfizer cuenta con una aliada de la competencia: la francesa Sanofi ha anunciado que producirá 125 millones de dosis del suero de la primera para entregar en la Unión Europea a partir de julio de este año. La compañía gala ya había informado de que sus dos prototipos no cumplían con las expectativas, por lo que seguirá su desarrollo pero pondrá a disposición de Pfizer su factoría en Fráncfort (Alemania).

El sector farmacéutico no ha cumplido con las esperanzas depositadas por la ciudadanía ni por los estados. Las tres vacunas ahora mismo en circulación o en avanzadas fases de estudio en Europa -Pfizer, Moderna y AstraZeneca- no están repartiendo las suficientes dosis como para asegurar una campaña de vacunación acelerada en todo el continente.

De hecho, el conflicto con los países ha llegado hasta la amenaza de iniciativas legales. El conflicto más enconado ahora mismo es el que tiene la Unión con AstraZeneca, la compañía que desarrolla la vacuna de la Universidad de Oxford. Si bien aún no está aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), aunque se prevé que se haga tan pronto como este viernes, la compañía ya ha advertido de que no será capaz de cumplir con el calendario de entregas para este primer trimestre.

Aquí es donde se masca la tragedia: la UE adelantó mucho dinero para asegurar la producción y entrega de estas vacunas y ahora sospecha que se hayan utilizado sus fondos para la reventa de las vacunas a países -como Reino Unido, EEUU o Israel- que pagan más por ellas. Desde la compañía aseguran que eso no es así y que el contrato firmado con Bruselas no establece un calendario de entregas, aunque le han temblado las piernas con la amenaza de la Comisión de publicar los contratos.

¿Cómo afecta a España?

La falta de entrega de dosis impacta directamente en las Comunidades Autónomas, que son las que están gestionando la primera línea de la campaña de vacunación. Madrid ha anunciado que dejará de vacunar a nuevos ciudadanos y su vicepresidente, Ignacio Aguado, ha criticado duramente el protocolo actual y creen que solo el 10% de los madrileños estará vacunado en verano: "Es imposible con este ritmo alcanzar el 70% de vacunación al final de junio. Tendrían que llegar más de nueve millones de vacunas. A este ritmo, llegaremos al objetivo fijado por el Gobierno en 2023".

Madrid ha deslizado, incluso, que la culpa es del Gobierno, que ha modificado el reparto para perjudicar a la comunidad. El Ejecutivo tuvo que modificar el reparto inicial con los primeros problemas de reparto por parte de Pfizer, para asegurar el suministro a todas aquellas comunidades que habían aplicado más primeras dosis, para que no se perdieran los efectos de la inmunización por la tardanza.

Madrid ha recibido 56.140 nuevas dosis, según consta en el último informe. Y en el último día solo ha aplicado 4.593 inyecciones, de las cuales 1.538 se han destinado a segundos pinchazos. En la comunidad, ahora mismo, solo hay 5.611 personas con el ciclo completo de la vacuna frente al COVID-19, a pesar de que Aguado ha celebrado la estrategia de la Consejería de Sanidad madrileña de reservar vacunas para asegurar las segundas entregas.

El caso catalán

Cataluña ha decidido retrasar algunos segundos pinchazos a pesar de la nueva remesa pero, en su caso, los datos son diferentes: la nueva remesa de vacunas supone 69.000 nuevas dosis recibidas. En el último día se han administrado 18.937 vacunas, de las cuales casi 9.000 han sido segundas dosis. En total hay 18.426 catalanes con la pauta completa.

Pero las cifras del informe no cuadran con las esgrimidas por el secretario de Salut Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, que aseguraba que la Generalitat se quedaría con las "neveras vacías" de viales hoy mismo, ya que habían administrado 217.000 vacunas. Pero el último informe cifra en 286.050 las vacunas que tiene a su disposición el Govern.

Argimon también ha calculado que, para llegar a la inmunidad del 70%, habría que administrar 500.000 vacunas a la semana. En un mes se han aplicado menos de la mitad.

Los "culillos" de Andalucía

Otra de las comunidades que han avanzado la cifra de población protegida frente al COVID-19 en verano es Andalucía: su presidente, Juanma Moreno, ha calculado que será de entre el 14 y el 15%. Y eso en una de las comunidades cumplidoras: ahora mismo, casi un tercio de los inmunizados totalmente en España son andaluces, con 50.951 ciudadanos vacunados con ambas dosis.

Y eso a pesar del reconocido desperdicio de vacunas: la falta de previsión de la Junta para la adquisición de jeringas con "espacio muerto", que permiten sacar hasta las últimas gotas de suero de cada vial y asegurar una sexta dosis, provocó el derroche de cientos de vacunas. "Culillos", a juicio de Jesús Aguirre, el consejero andaluz de Salud.