El Gobierno califica la selección de libros de texto que quiere hacer Ayuso de "criba ideológica". La presidenta de la Comunidad de Madrid manifestó este martes su intención de eliminar algunos libros de texto que contengan, dice, "material sectario" antes de que lleguen a las aulas.

"Vamos a realizar una revisión pormenorizada y urgente de todos los libros de texto en la Comunidad de Madrid y vamos a solicitar la retirada de todos aquellos libros y textos que contengan material 'sectario'", advirtió la presidenta 'popular'.

Unas palabras que han sido respondidas desde Moncloa: "Porque ella entienda que hay algo que se aproxima o no a su forma... sería una aberración", ha asegurado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

La presidenta de la Comunidad de Madrid afirma que así se acabará con "el adoctrinamiento que pretende el ministerio de Educación". Pero es algo que según la normativa no puede hacer, al menos con la parte elaborada por el Ministerio.

Educación genera el 50% de los contenidos, y después son las editoriales las que ajustan sus libros a ese currículo académico. Finalmente, es cada centro escolar el que escoge los que más le conviene.

"Son los equipos docentes los que tienen la competencia de escoger los libros de texto en función de las características del alumnado y del proyecoyo educativo del centro", ha explicado Isabel Galvín, Secretaria General de Enseñanza de CCOO en Madrid.

Inspección educativa solo puede velar porque se cumpla el currículo académico en esos libros. Lo que sí puede hacer la Consejería es quejarse a las editoriales, como ya ha hecho por carta.

Ayuso ya intentó elaborar su propia ley de educación. Una ley, dijo, "autonómica" y "que defienda la libertad". Además, trato de eliminar la autonomía de los institutos en la organización de las asignaturas, algo que la justicia acaba de frenar de manera cautelar. De este modo, los dos intentos de Ayuso de modificar la educación han sido frenados por el poder judicial, que le ha recordado que no tiene competencias.