Obras millonarias adjudicadas con criterios subjetivos y presupuestos que acababan sorprendentemente inflados en Pozuelo de Alarcón durante los años dorados de la trama Gürtel.
En el camino de las Huertas, Jesús Sepúlveda, entonces alcalde, decidió que la encargada de reformarlo debía ser la Constructora Hispánica, propiedad del empresario Alfonso García Pozuelo, imputado en el caso Gürtel. Como su oferta era prácticamente idéntica al resto, Sepúlveda le eligió por un criterio como el "estudio del tráfico". Y con la adjudicación en la mano, la obra acabó costando 586.000 euros más de lo previsto inicialmente.
Lo mismo ocurrió con el asfaltado de varias calles del pueblo. Durante la obra, el Ayuntamiento decretó un modificado que encareció el proyecto un 30%, escudado en la subida del IPC.
Pero el festival de la trama en Ayuntamientos como este tiene páginas aún más surrealistas. Un roble. Para comprar un roble, Jesús Sepúlveda y otros seis miembros del ayuntamiento se fueron a Bruselas y estuvieron allí varios días.