Julio de 2011. Bankia salía a Bolsa a bombo y platillo, y con gestos triunfalistas. Pero oculto de los flashes, Rodrigo Rato tejió un entramado de comisiones ilegales por contratos de publicidad con la entidad.

Entre 2011 y 2012, Bankia, por orden expresa del propio Rato, adjudicó a dos empresas estos proyectos por un valor superior a los 47 millones de euros.

Según uno de los tomos del caso, la directora general de Comunicación y Marketing, corrobora esta versión; versión que Rato negó hace unos meses y que esta semana volvió a reiterar ante el juez.

El dinero de la trama salía de Bankia hacia las empresas elegidas: 'Publicis' y 'Zenith Media'. Éstas, a su vez, subcontrataban a 'Albisa' para gestionar varios servicios por valor de dos millones de euros.

Esa compañía era precisamente propiedad de Alberto Portuondo, presunto testaferro de Rodrigo Rato, con el que negoció repartirse el cobro de las comisiones ilegales.

A través de tareas de intermediación, otra cantidad de dinero se transfería de 'Albisa' a 'Kradonara', empresa propiedad de Rodrigo Rato, quien, durante ese tiempo, era Presidente de la entidad de donde había salido el dinero: Bankia.

Así se cerraban los negocios de esta trama circular que llegó a defraudar comisiones millonarias. El juez continúa las investigaciones para detectar los movimientos fraudulentos de Rodrigo Rato ocultos entre las decenas de sociedades a su nombre.