"Se trata de una campaña difamatoria, bien conocida", indicó. Lombardi salió así al paso de las informaciones aparecidas en estos días, tras la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como papa, referentes a sus actuaciones durante la dictadura militar argentina.

Lombardi agregó que Bergoglio "hizo mucho para proteger a las personas durante la dictadura" y una vez nombrado arzobispo de Buenos Aires "pidió perdón en nombre de la Iglesia por no haber hecho bastante durante el periodo de la dictadura".

La matriz anticlerical de esta campaña y de otras acusaciones contra Bergoglio es notoria y evidente", dijo Lombardi. El portavoz precisó que las acusaciones se refieren a la época en la que el ahora papa no era ni siquiera obispo, sino superior de los Jesuitas en Argentina y se asegura que no protegió a dos sacerdotes que fueron secuestrados durante la dictadura.

"Nunca ha habido una acusación concreta, creíble, contra él. La justicia argentina lo interrogó una vez pero como persona informada de hechos y jamás fue imputado por algo", subrayó el portavoz, que agregó que el mismo papa ya negó, "de forma documentada", las acusaciones.

Dos días después de ser elegido papa, Francisco se reunió con los cardenales, a los que llamó "hermanos", en vez de tradicional "señores cardenales", y a los que exhortó a "no caer" en el pesimismo y encontrar todos los días la valentía de llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra "Nuestra misión es llevar a Jesús al hombre y conducir al hombre al encuentro de Jesús, realmente presente en la Iglesia.

Jamás cedamos al pesimismo, a esa amargura que el diablo nos ofrece cada día. No hay espacio para el pesimismo o el desaliento", dijo el papa, que estuvo a punto de caer al tropezar cuando se dirigía a saludar al decano, el cardenal Angelo Sodano.

Francisco también expresó su voluntad de servir al Evangelio "con renovado amor y ayudando a la Iglesia a transformarse más en Cristo y con Cristo". El obispo de Roma aseguró que la realidad cristiana es "atractiva y persuasiva" y subrayó que Cristo es el "único salvador de todos los hombres".

Mirando a los cardenales, Francisco les dijo: "ánimo, más de la mitad de nosotros" somos ancianos, pero la vejez es la sede de la sabiduría de la vida". "Donemos esta sabiduría a los jóvenes, como el buen vino, que con la edad mejora.

La vejez es tiempo de la tranquilidad y de plegaria". También tuvo palabras para Benedicto XVI, del que dijo que ha enriquecido la Iglesia con su magisterio de fe, humildad y docilidad.

"Su magisterio permanecerá como un patrimonio espiritual para todos. El ministerio petrino vivido con total dedicación, ha tenido en él un intérprete paciente y humilde", agregó Francisco.

El nuevo papa fue acogido con un gran aplauso por los cardenales. Portaba la cruz pectoral que siempre ha llevado, plateada, y no la tradicional de oro de los papas, y zapatos negros.

Saludó uno a uno a todos los purpurados, en un ambiente de risas y alegría, como una reunión entre amigos. Lombardi contó que en estos días en los que sigue alojado en la residencia de Santa Marta se sienta a comer con los cardenales en la mesa donde haya un sitio libre.

El Vaticano mostró las imágenes de cuando el papa tomó posesión de su apartamento en el Vaticano. Como establece la normativa, estaba precintado desde la renuncia de Benedicto XVI, el 28 de febrero.

Su mudará allí una vez que estén acabados los normales trabajos de restauración. No obstante, el domingo rezará el Ángelus, el primero de su pontificado, desde el balcón del apartamento, que da a la plaza de San Pedro.

Lombardi informó también de que Francisco oficiará el Jueves Santo la Misa de la Cena del Señor en la basílica de San Pedro del Vaticano y no en la basílica de san Juan de Letrán de Roma, como es tradición.

Ello se debe a que el papa, que es Obispo de Roma, para esa fecha aún no habrá tomado posesión de la basílica laterana, que es la catedral de la Ciudad Eterna.