Justin Trudeau ha presentado un proyecto de ley para congelar la compra y venta de nuevas armas de fuego en Canadá tras el tiroteo que la semana pasada mató a 19 niños y dos profesoras en un colegio del Texas, en Estados Unidos. "Estamos limitando el mercado de las armas de fuego", ha resumido el primer ministro al presentar la medida.

Si el Parlamento la aprueba, quedará prohibida la compra, la venta y la importación de armas en todo el territorio del país. Además, se retirarán las licencias de armas a quienes cometan violencia machista o acoso y se incrementarán las penas para el tráfico de armas, que pasarán de máximas de 10 a 14 años de prisión. Si sale adelante, además prohibirá que los cargadores de armas largas lleven más de cinco balas.

Aunque no supone una prohibición total a la posesión de armas en Canadá, este proyecto legislativo sí busca limitar significativamente la presencia de armamento en el país congelando su compra.

El Gobierno de Trudeau ya prohibió hace dos años cerca de 1.500 modelos de armas de asalto, incluidos los AR-15, el mismo tipo de fusil que el tirador de Texas, Salvador Ramos, utilizó en el colegio de Uvalde. Por otra parte, las autoridades canadienses han anunciado que el Ejecutivo comprará las armas de asalto que siguen en manos privadas.

Según datos del Gobierno de Canadá, en 2020 había 1,1 millones de armas de fuego en el país, lo que supone un aumento del 71% en comparación con 2010. La medida que ahora pretende impulsar Trudeau llega después de que el tiroteo masivo de Uvalde, el más letal en una escuela desde 2012, haya reabierto el debate sobre el control de las armas en el país vecino.

Por su parte, tras el tiroteo, Trudeau declaró tener "el corazón roto" y anunció que presentaría medidas para limitarlas en Canadá. Precisamente allí, tan solo unos días después de la masacre en Uvalde, la Policía abatía a un hombre que iba armado por la callecerca de un colegio de Toronto, lo que llevó a activar el protocolo de emergencia en cinco centros educativos de la zona.