Naciones Unidas ha anunciado la retirada del personal que tiene desplegado en dos distritos del sur de Malaui después de que al menos siete personas hallan muerto por una ola de violencia motivada por un extendido miedo a los vampiros.

La zona rural de Malaui es dada a las supersticiones y, de hecho, ya en 2002 un temor similar provocó una escalada de violencia. Ahora, el Departamento de Seguridad de la ONU (UNDSS) ha confirmado en un informe que en los distritos de Phalombe y Mulanje se han extendido "las historias de chupasangres y de la posible existencia de vampiros".

La coordinadora en funciones de Naciones Unidas, Florence Rolle, ha admitido en un correo electrónico que "parte del personal ha sido reubicado, mientras que otras personas aún están en los distritos, en función de las ubicaciones de sus trabajos". La organización se ha comprometido a vigilar "estrechamente" la situación y a garantizar "cuanto antes" la vuelta de los trabajadores, sin aclarar cuántos se han visto afectados.

En su informe, al que ha tenido acceso Reuters, el UNDSS ha cifrado en cinco el número de personas que habrían muerto linchadas desde mediados de septiembre por turbas que acusaban a las víctimas de vampirismo. Estos colectivos también han bloqueado carreteras en busca de los supuestos vampiros.

El presiente de Malaui, Peter Mutharika, ha condenado los asesinatos, expresando su preocupación por estos incidentes. "Estoy muy preocupado por estos hechos. No sé quién inició los rumores sobre la existencia de vampiros aquí en el país, pero imagino que se originó en Mozambique", ha sostenido, según ha informado el diario local 'Nyasa Times'.

"Tras enviar a algunos delegados (para informar a la población), los rumores sobre vampirismo y justicia a través de turbas están disminuyendo. Pese a ello, iré para hablar con la comunidad", ha dicho.