Israel ha mantenido este jueves duros combates -frente a frente, barrio a barrio- en la Ciudad de Gaza. En varios vídeos, los milicianos de Hamás han enseñado, metralleta en mano, cómo están siendo los enfrentamientos con las tropas israelíes. Mientras, ellos aseguran que ya han destruido hasta 130 túneles del movimiento islamista y proclaman: "¡Gaza es nuestra!".

Ya casi a las puertas de Al Shifa, ese crucial hospital del que, según Israel, los "terroristas" han hecho cuartel general. Mientras, las tropas israelíes tratan de mostrar su paso por las calles de la capital gazatí casi como un paseo triunfal.

Israel: "¡Gaza es nuestra tierra!"

"¡Nos expulsaron de aquí hace veinte años, pero estamos reconquistando esta tierra que es nuestra!¡Gaza es tierra de Israel!", proclamaban la mañana de este jueves soldados israelíes al plantar e izar su bandera en las playas de Gaza. Así lo muestran las grabaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel.

En vídeos casi cinemáticos, retratan una ofensiva aséptica, casi quirúrgica, centrada -aseguran- en los túneles, puestos lanzacohetes, cuarteles y mandos de Hamás. Cuentan 130 objetivos destruidos ya por unos militares henchidos de frialdad. "Todo el que se haya quedado aquí es el enemigo", dice un comandante al tomar viviendas palestinas.

La nueva Nakba palestina

No extraña, pues, que una auténtica marea humana -50.000 gazatíes solo este miércoles, unos 75.000 desde el domingo- esté huyendo con lo puesto de eso que Israel llama "Gaza del Norte". En un éxodo que recuerda triste, palpablemente, al de 1948, sobre el que se fundó el Estado Israel. Sobre esa Nakba, literalmente, la gran catástrofe árabe, resuenan ensordecedoras hoy:

  • Las advertencias del embajador palestino ante la ONU, que al inicio de la ofensiva israelí, el 13 de octubre, vaticinaba una "limpieza étnica completa en la Franja, la Nakba del 48 reeditada"0,
  • Las declaraciones de los propios gazatíes, que se lamentan: "Hemos vuelto a los días más oscuros de la Nakba".
  • Y las cautelas de los expertos, como la del principal asesor militar del presidente estadounidense, que ha hablado este jueves de una limpieza étnica. Esta solo puede ser, además de sangrante, contraproducente porque supondrá radicalizar a buena parte de la población palestina, alimentar precisamente la "bestia" a la que Israel quiere matar, Hamás.