La variante Ómicron se extiende por Europa. Solo unos días después de que Sudáfrica alertara de su presencia, son varios los países que han detectado casos de esta nueva cepa, que tiene más de una treintena de mutaciones y preocupa a los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Reino Unido ya han detectado dos positivos y se han apresurado a reimponer restricciones que ya habían desaparecido contra el coronavirus. Así, han vuelto a introducir la mascarilla obligatoria en espacios interiores y, a partir de ahora, exigirán una PCR -la prueba de antígenos no será válida- negativa a todos los viajeros que quieran entrar al país.

Pero las medidas no se quedan ahí. Los contactos de posibles infectados con Ómicrom tendrán que guardar una cuarentena de 10 días y el Gobierno británico ha asegurado que acelerará las dosis de refuerzo, reduciendo los tiempos entre el primer y el segundo pinchazo. "No sabemos cuánto de efectiva será la vacuna, pero tenemos buenas razones para creer que proveerán más prevención", ha señalado Boris Johnson.

Este no ha sido el único país que ha confirmado los primeros contagios de la nueva variable. Por ahora, Alemania ha registrado dos casos en Baviera, mientras que Italia y Bélgica han detectado dos infecciones. Con estos, ya son cuatro los positivos de Ómicron que se han anotado en la Unión Europea.

Además, al menos 61 pasajeros de dos vuelos procedentes de Sudáfrica han dado positivo en coronavirus después de aterrizar en Ámsterdam, donde se les sometió a una PCR al llegar a Países Bajos cuando ya entró en vigor la prohibición de vuelos desde países del sur de África. Si bien, todavía no se ha confirmado si portan la nueva variante Ómicron.

Precisamente, Ursula von der Leyen puso sobre la mesa laposibilidad de restringir los vuelos con el sur de Áfricapara evitar la extensión del virus y cada vez son más países que han apostado por esta medida. España, por ejemplo, llevará una orden al Consejo de Ministros del martes para suspender los vuelos con Sudáfrica y Botsuana.

En Alemania han declarado Sudáfrica zona de riesgo y las aerolíneas solo podrán trasladar a ciudadanos nacionales. Por su parte, Italia ha prohibido la entrada al país de las personas que hayan estado en Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbaue, Mozambique, Namibia y Esuatini en los últimos 14 días. El Ejecutivo austríaco también se ha pronunciado a favor de esta medida y ha cerrado las fronteras a las personas procedentes de Sudáfrica, Lesoto, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Namibia y Esuatini. Una restricción que también ha impuesto en Francia.

Esta nueva variante ha parecido en un contexto de preocupación en el continente europeo, que lleva varias semanas con una tendencia al alza en los contagios, la incidencia y la presión hospitalaria. Los datos son cada vez peor y han llevado a algunos países a retomar duras medidas, como el confinamiento, el cierre del ocio y la recuperación de la mascarilla. También han puesto sobre la mesa la vacunación obligatoria países como Alemania o Austria, donde los porcentajes de vacunación son muy bajos.