El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, ha afirmado que Roma quiere que Naciones Unidas ponga fin al embargo de armas a Libia para que el país pueda hacer frente a los traficantes de personas y reducir la llegada de migrantes a las costas europeas.

"Mi objetivo es que no salga ni un barco de aquí", ha dicho tras sus conversaciones con el viceprimer ministro libio, Ahmed Maitiq. "El objetivo es que la gente que tiene derecho a ir a Italia lo haga en avión, preferiblemente en primera clase", ha agregado.

Así, ha resaltado que "los traficantes de personas y armas obviamente lo ignoran (el embargo) y se arman como quieren, mientras que los únicos bloqueados son las autoridades legítimas", antes de reiterar que los países europeos deben hacer más para cerrar la ruta marítima.

En respuesta Maitiq ha manifestado que el Gobierno libio "no acepta que la gente diga que Libia no ayuda con la inmigración y al mismo tiempo mantenga un embargo que daña (a las autoridades)". Por otra parte, Salvini ha indicado que ha dado órdenes a las comisiones responsables de analizar las solicitudes de asilo que aceleren sus trabajos, al tiempo que les ha comunicado que tengan cuidado de no emitir demasiados permisos por motivos humanitarios.

"He pedido personalmente que se acelere y se atienda a los que realmente huyen de la guerra, pero también que los que no tienen derecho a quedarse sean bloqueados", ha dicho en un mensaje en Twitter.

Salvini, que visitó Libia poco después de asumir la cartera de Interior, ha resaltado que "si no se bloquea el flujo desde el sur es un problema para todos". "La situación es peligrosa", ha advertido, antes de expresar su deseo de que "se actúe urgentemente". Salvini anunció recientemente que Italia y Libia prevén organizar una conferencia sobre la inmigración ilegal en la primera mitad de septiembre y confió en poder implicar a sus socios europeos, "porque los problemas deben ser afrontados y resueltos en Libia, no en otras capitales europeas".