Los presos de la cárcel de la localidad brasileña de Cascavel, ubicada en el estado de Paraná, han llegado a un acuerdo con las autoridades locales para poner fin al motín iniciado el pasado domingo.
Durante este tiempo han fallecido cuatro reos, dos de ellos decapitados, según ha confirmado el Departamento de Justicia del Estado.
De acuerdo con los términos del acuerdo, los dos funcionarios de prisiones que han sido tomados como rehenes por los presos deberán ser liberados de manera inmediata para, posteriormente, proceder a la transferencia de unos 600 reclusos a otras cárceles del estado de Paraná.
De la misma forma, tras el canje se podrán abordar las denuncias de los presos. Éstos se quejan de la forma en la que es dirigida la prisión, así como de las condiciones alimentarias y de higiene.
En el marco de los disturbios, dos agentes penitenciarios fueron hechos rehenes y, Jairo Ferreira, abogado del sindicato de la prisión, afirmó que están siendo sometidos a tortura psicológica. Los otros dos presos han fallecido tras ser arrojados desde uno de los tejados de la cárcel.
Los familiares de los presos amotinados han llegado a bloquear el tráfico en la carretera BR-277 que da acceso a la prisión. Estos manifestantes se quejan de la falta de información sobre la situación de sus familiares y amigos.
La prisión tiene capacidad para 1.116 reclusos y había 1.038 internos alojados en el momento en el que estalló la rebelión.