El incendio que ocurrió el pasado mes de enero, en el que murieron 247 jóvenes en la discoteca brasileña Kiss, parece que ya tiene responsables. Hasta un total de 16 personas han sido acusadas por la muerte de estos jóvenes.
Entre los imputados se encuentra el cantante de la banda, que encendió la bengala que fue el detonante del incendio, y los gerentes del local.
La policía brasileña ha dicho que la tragedia se produjo a partir de una serie de negligencias. Entre ellas está el exceso de aforo, el uso de fuegos pirotécnicos o la falta de salidas de emergencia.