Con esta relección, Napolitano se convierte así en el primer presidente italiano que repite este mandato de siete años. Ha obtenido738 votos, superando ampliamente la mayoría absoluta de 504 votos requeridos. Por su parte, el candidato del Movimiento 5 Estrellas, el jurista Stefano Rodotà, logró 217 votos, muchos más de los 159 con los que cuenta la formación de Beppe Grillo. El propio Grillo había afirmado que con la reelección de Napolitano se está produciendo "un golpe de Estado" y anunció que protestaría ante el Palacio de Montecitorio, sede de la Cámara de los Diputados, donde se celebran las votaciones.

Napolitano, que en 2006 había sido elegido al cuarto escrutinio, había reiterado en numerosas ocasiones que no estaba dispuesto a continuar en la jefatura de Estado, sobre todo por su edad. Pero tras las últimas votaciones, en las que personas del calibre del exsindicalista Franco Marini y el dos veces primer ministro y expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, no consiguieron ser elegidas, las fuerzas políticas se encontraron sin soluciones y sin candidatos.

El Partido Demócrata, que se encontró completamente dividido en las votaciones en el Parlamento, acabó provocando la dimisión de su líder, Pier Luigi Bersani, que se jugó la carta de Napolitano. Tras Bersani también pasaron por el Quirinal entre otros Silvio Berlusconi, líder del Pueblo de la Libertad; el presidente del Gobierno en funciones, Mario Monti, y miembros de su partido, Elección Cívica. Ante tanta insistencia y la grave situación de parálisis del país, que no logra formar Gobierno, Napolitano emitía un comunicado en el que aceptaba volver a presentar su candidatura.

El presidente tendrá que recoger todas las fuerzas posibles para tras su investidura volver a realizar una ronda de consultas para saber si hay nuevas soluciones para formar Gobierno. Los medios de comunicación aseguran que Napolitano habría puesto como condición para su reelección la disponibilidad de los partidos a apoyar un Gobierno de transición que apruebe algunas reformas urgentes.

Antes de su reelección, Napolitano explicaba en una nota  que "todos los interlocutores han expresado la convicción que ante lagrave situación que se ha creado durante las elecciones para el nuevo jefe de Estado es urgente que el Parlamento dé ejemplo de unidad y cohesión nacional". Y que todos ellos dirigieron a Napolitano "un caluroso llamamiento para que reconsidere las razones por las que en más de una ocasión ha indicado que no está disponible a una reelección".