Un monje budista se encuentra en estado crítico tras prenderse fuego en el centro de Seúl en señal de protesta contra la esclavización sexual de cientos de miles de mujeres surcoreanas por Japón durante la II Guerra Mundial.
Fuentes médicas del Centro Nacional Universitario de Seúl, donde el monje se encuentra ingresado, han constatado que el religioso, identificado como el venerable Jungwon, sufre quemaduras de tercer grado en el 70% de su cuerpo.
"Sigue inconsciente. Sus órganos vitales, entre ellos el corazón, los pulmones, sus riñones y su hígado, no funcionan con normalidad", ha declarado el abogado Kwon Young Gook.
"Por favor, que mi muerte no sea en vano", dejó escrito el monje antes de prendese fuego durante una de las protestas que desde hace meses exigen la dimisión de la presidenta del país, Park Geun Hye, asociada a un delito de corrupción, y sobre quien el monje aprovechó para pedir un castigo "por rebeldía".