Al menos seis personas han muerto y más de un centenar resultaron heridas después de que un terremoto de magnitud 6,7 grados en la escala abierta de Richter sacudiese la isla de Mindanao, en el sur de Filipinas.

El terremoto, cuyo hipocentro se localizó a diez kilómetros de profundidad, había causado en principio cuatro muertos, al menos uno de ellos un menor, según indicó a la cadena CNN Filipinas la gobernadora de la provincia de Surigao del Norte, Sol Matugas.

Informaciones posteriores recogidas por la prensa local elevaron el recuento mortal a seis, tras el fallecimiento de dos ancianos, uno de ellos por infarto de corazón. Del más de un centenar de heridos, 68 han sido ingresados en el hospital regional de Caraga, en el centro de Surigao, y 13 se encuentran en estado grave.

Las autoridades han declarado el estado de desastre en la ciudad de Surigao, donde numerosos edificios e infraestructuras han sufrido fuertes daños, entre ellos el capitolio provincial, un centro comercial y dos puentes importantes.

Los servicios de emergencia llevan a cabo labores de rescate, sin descartar que pueda haber más víctimas mortales. El terremoto ha afectado en total a once localidades, en las cuales el suministro de electricidad ha quedado parcial o totalmente cortado.