Cientos de personas celebran en Misuri, Estados Unidos, que la única clínica que practica abortos permanecerá abierta "por ahora".

Las autoridades querían quitarles la licencia pero el centro presentó un recurso de urgencia ante los tribunales. De momento seguirá funcionando, aunque la justicia revisará el caso el próximo 4 de junio.

Abortar en ese Estado conservador implica esperar un mínimo de 72 horas desde la primera visita a la clínica hasta el día del aborto, someterse a dos exámenes pélvicos y recibir un folleto redactado por el estado para disuadir a las mujeres de interrumpir el embarazo.

Esas normas han provocado el cierre de cuatro clínicas en Misuri desde 2008 y han dejado con una única opción, el centro de San Luis.