Aprovecha un giro para atropellar de lleno a la multitud, se mete en la acera de una de las zonas más concurridas del planeta y avanza a toda velocidad llevándose por delante a decenas de personas.

No frena en ningún momento, no intenta esquivar a nadie, al contrario. Una testigo explica que "parecía que intentaba atropellar a todos".

Poco después acaba su sangriento trayecto contra unos bolardos que le impiden seguir. Entonces, las cámaras captan cómo se baja del coche y trata de escapar.

Agentes y transeúntes intentan detenerlo y se ve cómo le rasgan la ropa al intentar de atraparlo. Al final lo consigue un miembro del equipo de seguridad de un restaurante cercano. Ha explicado que "se zafó de tres personas", pero finalmente él le dio caza.

El conductor circula con normalidad hasta que gira y se mete en la acera en la calle 42, recorre hasta tres manzanas atropellando sin parar. El choque junto a Times Square acaba con su camino.

La Policía se lo lleva detenido. Para los testigos, era evidente que estaba bajo los efectos de las drogas. La ABC asegura que se trataba de marihuana sintética. Richard Rojas tiene varias detenciones en su currículum, al menos dos por conducir borracho.

A la Policía le ha contado que oía voces y que quería morir. No fue él el que murió, fue una joven de sólo 18 años que hacía turismo junto a su hermana pequeña. El brutal atropello acabó con su vida.