En busca de alianzas
Xi Jinping, un encantador de serpientes convencido a cambiar el orden mundial: agasajos, posados y risas en la cumbre de Tianjin
Entre líneas De esta manera, el dictador chino aprovecha la crispación comercial y diplomática desatada por su homólogo en Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, para forjar un nuevo eje de poder.

Resumen IA supervisado
El presidente de China, Xi Jinping, busca redefinir el orden mundial mediante el fortalecimiento de alianzas en el este global, destacando su relación con el líder ruso Vladímir Putin durante la cumbre de Tianjin. Aprovechando las tensiones comerciales y diplomáticas generadas por el presidente estadounidense Donald Trump, Jinping intenta posicionar a China como un nuevo eje de poder. En su discurso, propuso iniciativas de Desarrollo Global, Seguridad Global y Civilización Global. Con gestos amistosos hacia Putin, a quien llama "viejo amigo", Jinping busca consolidarse como una alternativa a Occidente y una figura clave en la redefinición del poder mundial.
* Resumen supervisado por periodistas.
Decidido a cambiar el orden mundial, el presidente de China, Xi Jinping, ha desplegado sus encantos con los líderes del este global mediante agasajos y el trazado alianzas. Junto a él, sobre todo, este el autócrata ruso, Vladímir Putin, en la cumbre de Tianjin. Allí, está aprovechando la crispación comercial y diplomática desatada por su homólogo en Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, para forjar un nuevo eje de poder.
Lo hace acogiendo a los líderes de las que se llaman las nuevas superpotencias, posando con los mandamases del contrapeso a Occidente e, incluso, haciéndoles reír muy metidos en su nuevo papel, tal y como se observa en las imágenes sobre estas líneas. De este modo, Jinping se presenta, o por lo menos lo intenta, como el líder de un posible nuevo orden mundial: "Propongo iniciativas de Desarrollo Global, de Seguridad Global y de Civilización Global", subrayaba el chino ante sus colegas.
Entre buenos gestos y agasajos busca alianzas en esta cumbre queriendo mostrarse la alternativa a Trump, al tiempo que califica de "viejo amigo" a al "respetado" Putin. En definitiva, amistades peligrosas entre dos autócratas. Prueba de ello, las palabras del jefe del Kremlin: "Presidente, estimado amigo, me complace reunirme una vez más con nuestros amigos y colegas chinos".
Todo entre reuniones bilaterales con líderes del este global, porque Xi Jinping lo que quiere es que el mundo mire a Oriente, el presidente chino ha sacado tiempo para tomarse un té con el ruso en su residencia oficial. Un encuentro que ha aprovechado, no solo para afianzar alianzas estratégicas, sino también para posicionarse como una figura clave en la redefinición del poder mundial.