Las autoridades japonesas están investigando a una red de personas dedicada a tomar fotografías y vídeos sin consentimiento en baños termales al aire libre, y que se estima que captó imágenes de unas 10.000 mujeres durante 30 años.
El tribunal de Shizuoka, a cargo de la investigación, decidió en la víspera multar a un hombre con 100.000 yenes (700 euros) por tomar fotos "robadas" en un "roten-buro" o baños al aire libre en la ciudad de Hyogo en marzo de 2020, en la última de las medidas legales relacionadas con esta red y recogida por los medios locales.
El hombre, de 31 años y funcionario de alto rango de la agencia de inteligencia nacional, es uno de los hasta ahora dieciséis detenidos que formaban supuestamente un grupo liderado por un sospechoso identificado como Karin Saito.
El líder de esta supuesta red voyeurista, que fue detenido a finales de 2021, afronta cargos de atentado contra la decencia pública y está a la espera de ser juzgado, mientras que otros de los implicados podrían ser acusados también de violar las leyes contra la pornografía infantil, según publicó el diario nipón Asahi.
Saito habría compartido sus técnicas para tomar fotos y vídeos sin el consentimiento de su víctimas con el resto de integrantes del grupo, el cual también celebraba reuniones para visionar su material "robado", según los detalles que han trascendido de la investigación.
Su modus operandi incluía esconderse en lugares montañosos ubicados a centenares de metros de los baños termales al aire libre y grabar o fotografiar a las mujeres empleando cámaras con teleobjetivos.
Las autoridades japonesas creen que los integrantes del grupo llegaron a tomar imágenes de al menos 10.000 mujeres en el transcurso de tres décadas. Los dieciséis detenidos, entre los cuales hay empleados de agencias gubernamentales nacionales y locales, además de altos cargos de empresas, proceden de once prefecturas distintas.
La investigación policial continúa abierta y podría dar lugar a detenciones adicionales. Japón cuenta con más de 3.000 complejos de aguas termales, entre ellos muchos ubicados en parajes naturales como las montañas o la costa, y que cuentan con "roten-buro" protegidos con muros o vegetación para salvaguardar la privacidad de los bañistas.