Una madre migrante pide a gritos auxilio para ella y su hijo, que llevaba en brazos, cuando intentaba cruzar el Río Grande, que separa México del estado de Texas. "¡No puedo caminar!", se le escucha decir desesperada, para acto seguido pedirles: "¡No me abandonen!". Y, es que, a pesar de que hace pie, se encuentra extenuada y suplica a la Guardia Nacional estadounidense que la rescaten.

Sin embargo, las dos tripulaciones patrulleras hacen oídos sordos, a pesar de que una de ellas está a escasos dos metros de ella, tal y como se puede observar en el vídeo principal de esta noticia. Pero los guardas observan la escena, aparentemente impasibles; y la otra lancha ni siquiera se detiene.

Es en ese momento cuando ambos desaparecen, pero poco después "les vimos arrastrándose sobre la orilla mexicana", asegura una testigo. Un intento de viajar a los Estados Unidos que casi acaba en desgracia en el cauce del Río Grande, conocido también como Río Bravo por sus turbulentas aguas, de las que se recuperan unos 30 cuerpos cada mes.