La pequeña Hind Rajab, la niña palestina asesinada tras horas implorando ayuda desde el coche en el que quedó atrapada junto a sus familiares sin vida, se ha convertido en uno de lo símbolos de la masacre que está perpetrando Israel en la Franja de Gaza.

La menor, de tan solo seis años, soñaba con ser doctora. Quién la conocía decía que, como todas las niñas de su edad, era alegre y optimista, y le encantaba divertirse junto a sus primos, a pesar de las bombas que desde octubre caen sobre Gaza.

Sin embargo, un día, como a otros miles y miles de gazatíes, le tocó huir. Se subió a un coche junto a su tío, su tía y cinco de esos primos con los que solía jugar, para huir de los disparos que estaban escuchando en su barrio, pero no llegaron muy lejos: en el camino se cruzaron con tanques israelíes, que les dispararon sin piedad. Al poco, todos estaban muertos, menos Hind.

La niña, herida en la pierna, cogió un teléfono y, tras llamar a su madre y a otros familiares, llamó a la Media Luna Roja para pedir ayuda. La llamada, que puede escucharse en el vídeo que ilustra esta noticia, es escalofriante: en la grabación se escucha a la pequeña llorar desconsoladamente pidiendo ayuda, implorando para que alguien fuera a buscarla.

Está sola dentro del coche, rodeada de cadáveres, y relata que los tanques están muy cerca. Como a cualquier niña de su edad, lo que más miedo le da es que se haga de noche. Así, pregunta por la hora a la mujer que al otro lado de la línea la intenta tranquilizar: "¿Qué hora es? Se está haciendo de noche... Es casi de noche y tengo miedo. Por favor, venid a buscarme". Después, pide a esa voluntaria de la Media Luna Roja que no la deje sola, que no le cuelgue hasta que alguien llegue.

Pero la ayuda que esperaba nunca llegó, porque el ejército israelí también atacó la ambulancia que iba en su auxilio, matando a las dos personas que viajaban dentro y, por tanto, también a Hind. Tras darla por desaparecida durante varios días, se terminó confirmando su muerte.

La pequeña es una más de las decenas de miles de víctimas mortales que ya se ha cobrado la ofensiva israelí en Gaza. Israel, sin embargo, sigue justificando en la destrucción de Hamás el genocidio descarado que está cometiendo contra el pueblo palestino.