El titular de esta
cadena de pizzerías, Gino Sorbillo, denunció el hecho en las redes sociales con
una foto frente al local destrozado con un cartel en el que se leía:
"Cerrado por bomba. Han puesto una bomba en mi pizzería en la
sede histórica del centro de Nápoles en Vía dei Tribunali. Después del incendio
de hace 6 años ahora llegan las bombas", denunció Sorbillo.
El conocido pizzero y
empresario agregó: "Pido perdón a toda la Nápoles buena, a la Italia buena
y a todas esas personas que viven honestamente. Estos eventos tan fuertes hacen
que se desmoralice la sociedad".
Este excarabinero que
apostó todo por ser pizzero se convirtió en uno de los máximos ejemplos de
lucha contra el control de la Cámorra en Nápoles y ya pagó con un incendio de
esta misma sede en 2012. "Lo importante es volver abrir lo antes posible.
Pero lo que me preocupa es que sea una señal para todo el barrio (...). En la
guerra entre bandas que quieren afirmar su dominio en las varias zonas de
Nápoles pasan estas cosas", declaró Sorbillo a la radio CRC.
Tras el atentado a la
pizzería llegaron mensajes de solidaridad de las instituciones y contra el
posible gesto de intimidación de la Camorra. "Gusanos acostumbrados a
arrastrarse intentan intimidar a Gino Sorbillo con una bomba en la histórica
pizzería de Vía dei Tribunali. Hoy iré a Nápoles para ser testimonio del Estado
que combate a la Camorra.
Porque a Nápoles le da
asco la mafia y no baja la cabeza", escribió en Twitter el presidente de
la comisión parlamentaria antimafia, Nicola Morra. El presidente de la Cámara
de los diputados, Roberto Fico, aseguró en Twitter que "las instituciones
están de la parte de quien no se deja intimidar por los ataques viles de la
Camorra".