El grupo opositor Hermanos Musulmanes ha condenado "con fuerza" la explosión que tuvo lugar en el complejo eclesiástico donde se encuentra la catedral cristiana copta de El Cairo y responsabilizó al Gobierno egipcio de la muerte de al menos 25 personas.
En un comunicado emitido a través de las redes sociales, el grupo islamista ha condenado "cualquier acción contra los hijos del pueblo egipcio", sean estos cristianos o musulmanes. "El derramamiento de sangre de todos los egipcios está prohibido por el islam, ya sean musulmanes o cristianos, especialmente si estos estaban rezando o desarmados", detalló la nota.
Al mismo tiempo, el exgrupo gobernante ha responsabilizado al actual mandatario egipcio, Abdelfatah al Sisi, y a "sus bandas criminales" de lo ocurrido. Según la nota, el Gobierno de Al Sisi emplea la sangre de los cristianos como "combustible para alimentar el miedo, especialmente respecto a una guerra sectaria" en Egipto.
Por su parte, el partido Al Nur, el único islamista con representación en el Parlamento, también condenó el atentado en un comunicado de su página de Facebook. Al Nur ha asegurado que "la muerte de inocentes es un crimen que no tiene ninguna relación con la religión islámica".
El muftí Shauqi Alam, la principal autoridad musulmana del país, condenó igualmente el atentado y subrayó que cualquier acción violenta contra las iglesias o personas inocentes está prohibida por el islam. Al Sisi ha decretado tres días de duelo por el atentado terrorista y aseguró que "el terrorismo está dirigido contra la patria de los cristianos y de los musulmanes".