Si el viernes Boris Johnson decía que "hay evidencias" de que la cepa británica del coronavirus podría llegar a ser hasta un 30% mas mortífera, este domingo esa afirmación ha sido desmentida por su propio ministro de Sanidad.

"Hemos sido informados hoy de que, además de propagarse con mayor rapidez, parece que hay pruebas de que la nueva cepa -la que se descubrió por primera vez en Londres y el sureste de Inglaterra- puede estar asociada a un mayor grado de mortalidad", decía el viernes el primer ministro ante los medios.

Este domingo, en una entrevista en Sky News, Matt Hancock ha afirmado que "no hay certeza" de que esta nueva cepa suponga una mayor mortalidad. Aún así, sí que asegura que los científicos piensan que la cepa "puede ser más mortal", realizando en este momento "más estimaciones" acerca de esa posibilidad.

"La gran mayoría de la población lo comprende. Existe el riesgo de que la nueva variante sea más mortal. Sabemos que es más contagiosa", ha afirmado.

Sobre la situación particular de Reino Unido, asegura que se encuentran "muy, muy, muy lejos" de rebajar las medidas restrictivas impuestas, si bien destaca que tres cuartas partes de las personas mayores de 80 años ya han recibido la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19.