Desde primera hora de la mañana, Haut-Vernet en los Alpes franceses es una aldea tomada. Decenas de militares —especializados en rescates difíciles— y gendarmes hacen barridos casa por casa, metro a metro, así como de los montes que la rodean, llevándose a cabo excavaciones selectivas con helicópteros, drones, bomberos, especialistas caninos,... rastreando y guardando una zona vetada desde este martesa los forasteros. En total hay 800 efectivos desplegados, que multiplican por seis la población habitual (unos 130 habitantes).

Porque ya no bastan las batidas vecinales y voluntarias, que se sucedían desde el sábado. La inquietud ha dado paso a la angustia, reconocen habitantes y autoridades. "Es que es muy pequeño y son ya dos días con calor, sin comer, sin agua...", nos cuenta con un hilo de voz algún vecino.

Émile —dos años y medio, no llega al metro de altura— había venido a pasar unos días de verano con sus abuelos en este pintoresco y normalmente tranquilo pueblo. Se les escapó de casa. Un vecino le vio calle abajo. A partir de ahí, se pierde su rastro, ni una sola pista de momento. Durante estos dos días, la búsqueda se ha circunscrito a un perímetro de 5 kilómetros alrededor del pueblecito de Haut-Vernet.

"Después de 48 horas, el niño debería haber aparecido en este perímetro", admiten las autoridades. Y es que la de Émile puede ser una de las búsquedas más difíciles, explican los expertos: al ser tan pequeño, cualquier recoveco puede ser un escondite... o una trampa, siendo un sitio montañoso. Es difícil avistarle. Y además, explica a la televisión francesa la portavoz de la gendarmería, "las mentes tan pequeñas funcionan muy diferente a las adultas", ya que "en lugar de encaramarse para que se le vea, preferirá ir cuesta abajo para no cansarse; se cobijará donde haya sombra en vez de buscar lugares abiertos, al sol".

Más importante que nunca, explican, escrutar palmo a palmo el terreno. Y están en ello, con todos los medios. Buscando final feliz para Émile. La fiscalía regional insiste en que aún no hay nada que apunte a un delito —un homicidio o un secuestro— pero todas las hipótesis se contemplan. La investigación, abierta desde el domingo, continúa en curso para "buscar las causas de la preocupante desaparición".