¿Cómo se puede golpear por sorpresa al servicio de seguridad más poderoso del mundo? ¿Cómo se puede llevar a cabo un despliegue por tierra, mar y aire ensayado -e incluso divulgado por redes sociales- sin que Israel se enterase? Son dos de las preguntas que rodean al ataque de Hamás del fin de semana que han arrancado una guerra que se avecina larga.

La incursión de Hamás supone un fallo sin precedentes de los servicios secretos, un ataque que tampoco vio venir la CIA.

Sin embargo, un funcionario ha asegurado a The Associated Press que el ministro de Inteligencia egipcio llamó a Netanyahu diez días antes para avisarle de que Hamás estaría preparando una operación, una información que desde la propia oficina del primer ministro israelí.

Yago Rodríguez, director de 'The political room', cree que Hamás ha logrado sorprender a Israel, cuya aviación "no ha entrado en juego a tiempo".

A eso hay que añadir una vigilancia extrema sobre dónde se situan las patrullas fronterizas, qué perímetros siguen y cómo actuan los días como el del Sabbat, una jornada festiva dedicada al descanso y que pudo pillar a Israel con la guardia baja.

Así, Hamás logró 27 ataques en territorio enemigo, incluyendo el uso de parapentes o la destrucción de los dispositivos de vigilancia israelíes.