Una filial irlandesa de Microsoft sin ningún empleado contratado generó un beneficio de 260.000 millones de euros en 2020 y no pagó nada de impuestos por tener su residencia fiscal en Islas Bermudas, territorio que no cobra impuestos por la generación de beneficios empresariales -lo que se conoce como paraíso fiscal-. Esta cifra es más de una quinta parte del PIB español.

Según recoge 'The Guardian', la empresa subsidiaria se encargaría de recoger y cobrar derechos de autor que generan las licencias por uso de software de Microsoft en todo el mundo. En el año 2019 cuajó unos beneficios de 10.000 millones de euros; un año después ha multiplicado la cifra por 26. En total, la filial irlandesa distribuyó a Microsft Corporation unos dividendos de 45.400 millones de euros repartidos en dos pagos.

'El País' se ha puesto en contacto con la compañía. Un portavoz ha asegurado lo siguiente: "Microsoft ha estado operando e invirtiendo en Irlanda durante más de 35 años y es un contribuyente y empleador de su economía desde hace mucho tiempo. Nuestra estructura organizativa y fiscal refleja nuestro complejo negocio global. Cumplimos plenamente con todas las leyes y normativas locales de los países en los que operamos".

Esta noticia llega en un momento clave: la administración Biden ha reiterado en varias ocasiones su intención de establecer un impuesto de sociedades global del 15%. Además, esta semana se produce una reunión del G7 –Canadá, EE.UU, Francia, Japón, Alemania, Italia y Reino Unido- en Londres para debatir sobre fiscalidad global y sus problemáticas, según 'The Guardian'.

Irlanda se ha mostrado en contra de esta medida: el país cuenta con el impuesto de sociedades más bajos de la Unión Europea con un 12,5%, al igual que Chipre, que también ha amenazado con oponerse.