Los bolivianos revalidaron su apoyo al actual presidente, Evo Morales, vencedor con casi un 60% de los votos de las elecciones generales celebradas en Bolivia, según las encuestas a pie de urna y por recuento rápido.
Este resultado permitirá a Morales gobernar un tercer mandato, de 2015 a 2020, tras concurrir a estos comicios avalado por el Tribunal Constitucional de su país, a pesar de que la Carta Magna que él promulgó en 2009 sólo permite dos periodos consecutivos en el poder.
A falta de los resultados oficiales, todo el país dio como ganador a Morales, ya que en Bolivia, históricamente, los resultados extraoficiales coinciden con los datos que difunde el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tras el escrutinio oficial.
Sin embargo, Morales no necesitó de la ratificación oficial de su victoria y apenas se conocieron los sondeos salió al balcón del Palacio de Gobierno para celebrar ante una multitud su triunfo electoral. El gobernante indígena dedicó este resultado al líder cubano Fidel Castro, al fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez y a todos los gobiernos "antiimperialistas" del mundo.
También tendió la mano a la oposición para trabajar "por Bolivia" y dijo que su triunfo ha demostrado que en el país "no hay media luna, sino luna llena", en alusión a la forma en que los políticos opositores autonomistas se referían a las regiones orientales con el apelativo de "Media Luna".