Dicen "basta"

"Es una especie de genocidio": miles de soldados israelíes se plantan ante la guerra en Gaza

¿Qué está pasando? Israelíes, soldados y disidentes acusan al gobierno de Netanyahu de impulsar "una limpieza étnica" y se niegan a seguir participando en la ofensiva.

Soldados caminan sobre los escombros de un edificio destruido por un ataque israelí en Beirut, en un imagen de archivo.
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Cada vez son más las voces dentro del propio ejército israelí que denuncian abiertamente las acciones del gobierno en Gaza. Soldados como Yamil, Einat y Yuval han decidido dar la cara y negarse a participar en lo que califican como un "genocidio" en curso.

Después de combatir durante 270 días en la Franja de Gaza, Yamil, un soldado de combate israelí, decidió plantarse. En declaraciones públicas, ha señalado que no quiere ser cómplice de una campaña militar que considera inaceptable.

"Si el gobierno israelí está empujando por una limpieza étnica y desplazamientos en Gaza, es una especie de genocidio", expresó. "Es horrible. Definitivamente, es un crimen de guerra", añadió.

Otro caso es el de Einat, una reservista de tan solo 21 años que se negó a ser movilizada. Su decisión le costó una sentencia de 87 días en prisión militar. Aun así, asegura no arrepentirse.

"Perdí el miedo. Estamos presenciando nuevos niveles de violencia, persecución política y fascismo furioso", denunció. "No nos quedaremos en silencio. Seguimos luchando en las calles por el fin del genocidio".

Yuval también decidió abandonar su misión y no regresar. Afirma que ya no puede justificar su presencia en una operación que, según él, ha perdido cualquier objetivo militar legítimo. "Cuando no se está luchando, solo es destrucción. Es un crimen de guerra. Rechazo ser responsable de eso", declaró.

Una ola creciente de disidencia

Desde el inicio de la guerra, se estima que más de 100.000 soldados israelíes han desertado o se han negado a cumplir órdenes. Muchos han optado por el exilio o la prisión antes que participar en lo que consideran actos ilegales e inmorales.

Las declaraciones de Yamil, Einat y Yuval no solo reflejan un cambio de conciencia dentro de las filas del ejército, sino que se suman a una creciente presión internacional sobre el gobierno de Benjamín Netanyahu, acusado por diversas organizaciones de derechos humanos de perpetrar crímenes contra la humanidad.