El actor de Broadway Nick Cordero podría necesitar un trasplante doble de pulmón en su recuperación del coronavirus, según explicó su mujer, Amanda Kloots, en una entrevista en la CBS. Cordero, de 41 años y nominado al premio Tony, fue hospitalizado en marzo tras contraer COVID-19. Durante estos meses ha sufrido varias complicaciones severas por el virus y le tuvieron que amputar una pierna.

Ahora, más de tres meses después, el actor ha despertado del coma y ha dado negativo en el test del coronavirus pero las secuelas que ha dejado la enfermedad son "críticas". "Existe una probabilidad del 99% de que necesitaría ese trasplante para vivir el tipo de vida que sé que mi esposo querría vivir. No obstante, eso está muy lejos y muchas cosas tendrían que alinearse para que Nick sea un candidato para eso.", aseguró Kloots.

Según su testimonio, la enfermedad fue tan grave que los médicos llegaron a temer por su vida en cuatro ocasiones. "Me dijeron cuatro veces que no sobreviviría. A veces, incluso que no sobrevivirá durante la noche, pero lo hizo", recordó.

El COVID-19 ha debilitado tanto la musculatura del actor que aún no puede moverse y apenas hablar. "Cuando le pregunto, trata de sonreír o mover su mandíbula", señaló su pareja, que solo desea que su marido vuelva a casa con su hijo de 10 meses. Cordero no tenía problemas médicos previos.

Se ha creado un cuenta en GoFundMe para apoyar al actor y su familia con el pago de las facturas médicas y ya llevan recaudado más de 590.000 dólares.

Su caso contrasta con el de Tom Hanks, quien a sus 63 años contrajo el coronavirus junto a su mujer, Rita Wilson, y ambos lo han superado. "Estuvimos 10 días con síntomas muy incómodos. No llegamos a temer por nuestra vida, por suerte", recordó el protagonista de 'Forrest Gump' en un encuentro virtual con periodistas. "Si una serie de cosas hubieran ido a peor habríamos necesitado tratamiento médico experto. Nos aislamos para evitar contagiar a los demás y desde entonces seguimos en cuarentena", explicó.