Crónica de una ruptura anunciada

Dos gallos, cero filtros y ninguna empatía: la batalla de egos entre Trump y Musk alcanza su punto más alto

La otra cara Lo que parecía el inicio de una poderosa alianza entre el hombre más rico del mundo y el más ruidoso de la política terminó convirtiéndose en un duelo de vanidades, donde cada tuit es una bala y cada entrevista, una escena más en esta guerra sin guion pero con mucho espectáculo.

Dos gallos, cero filtros y ninguna empatía: la batalla de egos entre Trump y Musk alcanza su punto más alto
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Dos gallos en un corral nunca terminan bien. Y si los gallos son Donald Trump y Elon Musk, el espectáculo está garantizado. Lo que comenzó como una insólita amistad entre el presidente de Estados Unidos y el empresario más rico del mundo se ha transformado, en cuestión de días, en una guerra de declaraciones, acusaciones veladas y egos desbordados.

Como si se tratara de un spaghetti western moderno, la tensión entre ambos ha ido in crescendo. El primero en 'disparar' fue Musk, y no ha bajado el arma desde entonces. Trump, por supuesto, ha respondido con su característico estilo: directo, grandilocuente y sin filtros. "Lo que estamos viendo en estas últimas horas es exactamente lo que esperábamos hace unos meses", explica Emilio Doménech, periodista y fundador de WATIF.

Y es que no hay que ser psicólogo para detectar que el vínculo entre Trump y Musk siempre estuvo marcado por la megalomanía. Uno ostenta el poder político; el otro, el económico. Pero ambos parecen competir en una sola categoría: el narcisismo.

¿Tienen Ego? Donald Trump: "Esta guerra no hubiera comenzado si yo hubiera sido presidente desde el principio". Elon Musk: "La empatía es el gran fallo del hombre occidental" ¿Y la impulsividad? Trump: "Me están besando el culo". Diagnóstico: exceso de ego, déficit de autocontrol. "Llega un momento en el que los intereses dejan de ser comunes, y ahí comienza la primera disputa", explica Fernando Botella, biólogo experto en liderazgo.

La relación, que alguna vez pareció funcional —casi una comedia romántica entre poderosos—, hoy es un drama cargado de despechos. Musk ha dejado entrever que su respaldo político podría virar, mientras que Trump no pierde oportunidad de descalificarlo en sus mítines. "Incluso siendo gente cerebral, finalmente acaban haciendo las cosas desde la pasión", apunta el filósofo y divulgador David Vico.

¿El final de esta historia? Lejos de una reconciliación. Botella lo resume así: "Difícilmente van a llegar a un acuerdo pronto. Es posible que intervengan moderadores… pero parece que la relación seguirá siendo un drama por un tiempo más."

Por ahora, las redes observan el fuego cruzado entre el líder de una nación y el líder de varias empresas espaciales, automotrices y tecnológicas. ¿Será este el nuevo entretenimiento global? O como dicen en Hollywood: To be continued…