Apenas 45 minutos tardó Trump en pasar de este discurso: "Pequeño hombre cohete", "Se encontrarán con fuego y furia". Al anuncio de la reunión con Corea del Norte.

Un viraje que decidió, según el 'New York Times', casi sin consultar a sus asesores. Este grado de improvisación no es en absoluto habitual a la hora de plantear un encuentro de calado como ese.

"Lo que se suele hacer es negociar durante largo tiempo, y cuando terminas las negociaciones se hace la foto con la firma de los líderes. Aquí se quiere hacer la foto para anunciar que van a empezar a negociar", explica Rafael Bueno, Casa Asia.

Se busca el impacto mediático. Para Trump, una victoria internacional que vender en casa. Para Kim, hablar con Washington de tú a tú. Un objetivo que Pyonyang lleva buscando décadas.

"Sería conseguir que Corea del Norte se ponga el nivel de EEUU. Los negociaciones siempre han pedido negociaciones bilaterales, a lo que siempre se ha negado EEUU que ha querido llevar la negociación al ámbito bilateral", añade Bueno.

Si al final hay encuentro será el histórico, la primera reunión entre presidentes en activo de ambos países. Porque Clinton y Carter viistaron Pyonyang en calidad de expresidentes. Un acercamiento, dicen los expertos, siempre es positivo. Pero conseguir un acuerdo será complicado, porque el régimen norcoreano pide que se garantice su seguridad.

"Equivaldría probablemente a sacar las tropas estadounideses de Japón y Corea del Sur, a no vender sistema antimisiles, cosas que a día de hoy es imposible que los estadounidenses renuncien a ellas", insiste Bueno.

En esa negociación será fundamental el papel de China, el principal socio de Corea del Norte. Xi Jinping ya aplaudido lo que califica como "un gesto positivo" por parte de Trump.