Enormes montones de ropa desechada han convertido el desierto chileno de Atacama en un auténtico vertedero, un cementerio que no deja de crecer por el continuo goteo de prendas que son descartadas por las multinacionales de moda low cost.
Según un informe de la agencia AFP, el enorme montón de ropa está formado por prendas fabricadas en China y Bangladesh que llegan a las tiendas de EEUU, Europa y Asia. Cuando las prendas no se compran, se llevan al puerto de Iquique en Chile para ser revendidas a otros países latinoamericanos.
AFP descubrió que alrededor de 59.000 toneladas de ropa terminan en el puerto de Chile cada año. De ellas, al menos 39.000 toneladas se trasladan a vertederos en el desierto.
Alex Carreño, ex empleado de la sección de importación del puerto de Iquique, reveló a esta agencia que la ropa "llega de todas partes del mundo" y añadió que la mayor parte de la ropa se desecha más tarde cuando los envíos no se pueden revender en América Latina.
La ropa que se lleva a este paraje natural para su eliminación ahora cubre una enorme franja de arena en el desierto de Atacama en Alto Hospicio, Chile.
La moda rápida, aunque asequible, es extremadamente dañina para el medio ambiente: cada una de esas prendas puede tardar en desintegrarse hasta 200 años.
La producción textil es la segunda industria más contaminante del planeta, sólo por detrás de la energía fósil. Este sector es responsable del 10% de las emisiones mundiales de carbono, el equivalente a todo lo que producen los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos.
Sólo en la Unión Europea, la compra de textiles genera alrededor de 654 kilos de emisiones de CO2 por persona y, además, esta industria, a consecuencia de los tintes y productos de acabado, es responsable del 20% de la contaminación mundial de agua potable.
El otro gran problema es el reciclaje. En España sólo algo más del 12% del casi millón de toneladas de textiles desechados al año se recicla. A partir de enero, se obligará por ley al sector a destruir los tejidos y a gestionar la basura textil.