El invierno "pondrá en peligro" la vida de millones de personas en Ucrania. Así lo ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alerta de que las bajas temperaturas y precipitaciones propias de esta época del año provocarán una crisis térmica.

Los ucranianos tendrán que hacer frente al frío con la mitad de la infraestructura energética del país dañada o destruida, los continuos cortes de luz y gas que durarán probablemente hasta marzo de 2023, y sufrirán un alto riesgo de infecciones virales.

Estas condiciones ya están teniendo repercusiones en el sistema de salud y en la salud de las personas, lo que podría hacer mella en el sistema sanitario de Ucrania. Pero de cara al invierno, la situación se agravará. "Se tratará de supervivencia", ha alertado el director regional para Europa de la OMS, Hans Henri Kluge.

En un comunicado, la OMS cifra en unos dos o tres millones el número de personas que abandonarán sus hogares en busca de calor y seguridad, ya sea a otros países o desplazamientos dentro de la propia Ucrania. "Enfrentarán desafíos de salud únicos, incluidas infecciones respiratorias como COVID-19, neumonía y gripe, y el grave riesgo de difteria y sarampión en poblaciones insuficientemente vacunadas", explica el organismo en su misiva.

Ante esta situación, la organización de la ONU ha destacado que Ucrania necesita recursos sostenidos para que el sistema de salud pase el invierno y más allá. "Hago un llamamiento urgente para la creación de un corredor de salud humanitaria en todas las áreas recientemente recuperadas y ocupadas. La OMS y nuestros socios están listos para movilizarse en cualquier momento", ha remachado Kluge.

El invierno cambiará el campo de batalla

El invierno, con sus frías temperaturas, sus suelos congelados, sus nevadas y las menos horas de luz, afectarán de manera inevitable a las condiciones del combate en Ucrania.

Un informe del Ministerio de Defensa británico señala que la reducción de horas de luz (de las 16 que había en verano a las nueve que habrá en invierno) traerá ofensivas y frentes defensivos más estáticos.

Las temperaturas, con una media de 0ºC en los próximos meses, impactarán en unas tropas que tienen problemas de suministro de abrigo y alojamiento. Los combatientes correrán además el riesgo de sufrir lesiones por congelación y las armas se podrían estropear con el frío.

Las precipitaciones podrían convertir el suelo en todo un lodo, lo que se conoce como la 'raspútitsa'.