La primera sesión del juicio a Hosni Mubarak ha concluido con el anuncio de que la segunda sesión del juicio no se celebrará hasta el próximo 8 de junio, según ha anunciado el juez Mahmud el Rachidi, que extendió la prisión preventiva para el exmandatario y los demás acusados encarcelados.

El tribunal decidió unir en el mismo proceso las dos causas a las que hacen frente los acusados, la relacionada con delitos de corrupción y la relativa a la muerte de manifestantes durante la revuelta que desbancó del poder a Mubarak en 2011.

El Rachidi dio por concluida la primera sesión del nuevo juicio, que una corte de apelación ordenó repetir meses atrás tras anular la condena a cadena perpetua para Mubarak y el exministro de Interior egipcio Habib al Adli. Hasta que se reanude el juicio, la corte analizará los 55.000 documentos aportados, entre los que figuran nuevas pruebas que no se habían presentado en el otro proceso.

El tribunal también tiene previsto atender las demandas de los abogados de la acusación, que hoy denunciaron una supuesta discriminación de trato en comparación con los de la defensa. Por su parte, los letrados de ambas partes podrán consultar los documentos de la Fiscalía, que a su vez deberá presentar un memorando sobre el periodo de prisión preventiva de los acusados.

Junto a Mubarak, cumplen prisión preventiva sus dos hijos Alaa y Gamal, involucrados en supuestos delitos de enriquecimiento ilícito y daño premeditado a los fondos públicos, en una causa en la que también está procesado el empresario fugado Husein Salem. También sigue encarcelado Al Adli, acusado de la muerte de manifestantes en la revolución, si bien sus seis ayudantes procesados por el mismo delito están en libertad debido a que habían sido absueltos anteriormente.

Durante la vista, Mubarak, que compareció con semblante serio y sentado en una camilla acompañado de sus hijos, hizo un gesto de negación con la mano para rechazar las acusaciones formuladas contra él, una respuesta negativa que también dio el resto de acusados presentes en la sala.

El abogado de la Fiscalía Mustafa Jater acusó a estos procesados de participar "con premeditación y alevosía" en el uso de la fuerza y asesinato de manifestantes durante las protestas "pacíficas" que comenzaron el 25 de enero de 2011 en contra del régimen en distintas provincias del país y que llevaron a la caída del "rais". Según Jater, Mubarak permitió al exministro el uso de armas de fuego y vehículos para que la policía cometiera los crímenes, y no intervino para evitar que esto sucediera.

Mubarak también fue acusado de recibir cinco mansiones por valor 39 millones de libras egipcias (5,6 millones de dólares) que pertenecían a Salem, quien a cambio supuestamente logró para su empresa terrenos de más de dos millones de metros cuadrados en zonas privilegiadas de Sharm el Sheij, en la costa de la península del Sinaí.