Pista yihadista
Un ataque, dos tiradores y la sombra del ISIS: Australia investiga el peor tiroteo en 30 años
Los detalles El hijo ya estuvo en el radar de la policía en 2019 por sus vínculos con el ISIS y ahora los investigadores tratan de aclarar si él y su padre viajaron recientemente y así el ataque tuvo una motivación terrorista.

Resumen IA supervisado
Australia está conmocionada por el peor ataque masivo en tres décadas, ocurrido en Sídney. Dos tiradores, un padre y su hijo, sembraron el pánico. La policía logró neutralizar a ambos tras un intenso enfrentamiento. El padre tenía licencia para armas y se hallaron cuatro en la escena. La investigación se centra en el hijo, vinculado a ISIS en 2019. El Gobierno debate endurecer el control de armas y destaca medidas recientes para proteger a menores de contenido violento.
* Resumen supervisado por periodistas.
Australia sigue conmocionada tras el peor ataque masivo de las últimas tres décadas. La policía continúa recabando información sobre los dos autores del tiroteo que este domingo sembró el pánico en Sídney: un padre y su hijo.
La intervención policial fue extrema. En un puente, uno de los tiradores ya había sido abatido. El otro, armado con un fusil, continuó apuntando a los agentes mientras era rodeado en un aparcamiento situado debajo. La policía abrió fuego hasta conseguir neutralizarlo.
Según las autoridades, el padre tenía licencia para el uso de armas. En la escena se encontraron hasta cuatro armas de fuego, entre ellas fusiles y escopetas, algunas de ellas utilizadas durante el ataque.
El tiroteo dejó varias víctimas mortales y una herida profunda en la sociedad australiana. Entre los fallecidos está Matilda, una niña de solo diez años, cuya muerte ha provocado una oleada de homenajes en todo el país.
Entre los supervivientes hay ciudadanos españoles. Uno de ellos relataba así los momentos de terror vividos: "Durante diez minutos hubo muchos disparos". Otro aseguraba que el impacto emocional sigue siendo enorme: "Seguimos en shock, ha pasado un día y todavía no lo asumimos".
La investigación se centra ahora en el hijo, el atacante que ha sobrevivido, que ya fue investigado por la policía en 2019 por sus vínculos con ISIS. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha confirmado que "el hijo fue detectado por primera vez en octubre de 2019", y que se analiza si ambos habían viajado recientemente.
En las últimas horas, Australia ha despedido a las víctimas con vigilias y actos de recuerdo. Un duelo que ha reabierto el debate político. El Gobierno estudia endurecer el control de armas, con medidas como limitar el número de armas por persona y revisar las licencias. Porque, insiste el Ejecutivo, legislar sirve.
Además, el Gobierno ha destacado que las restricciones de acceso a redes sociales para menores de 16 años, en vigor desde hace pocos días, han evitado que muchos niños se expongan a imágenes perturbadoras del ataque.
Mientras la investigación sigue abierta, Australia vuelve a enfrentarse a una pregunta clave: cómo evitar que una tragedia así vuelva a repetirse.
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