El Banco de España calcula que la banca española se ahorró 3.250 millones de euros durante 2022 por no remunerar los depósitos de la misma forma que hizo en anteriores ciclos de subidas de tipos de interés, según se desprende de uno de los capítulos en la edición de primavera de 2023 de la Revista de Estabilidad Financiera, publicada este martes.
En concreto, el análisis contrafactual respecto a otros periodos indica que la divergencia durante 2022 fue de 525 millones de euros por mes, que se hubieran reducido del margen de intereses en caso de que la remuneración hubiera seguido los patrones históricos. Banco de España ha atribuido a la amplia liquidez de los bancos, así como a la elevada concentración que existe en el mercado, que las entidades españolas no estén trasladado las subidas de los tipos de interés a la remuneración de los depósitos.
El análisis elaborado por el organismo constata que los incrementos del Euríbor "se transmiten a los tipos de interés de los depósitos bancarios en España y, en particular, presionan al alza los tipos de los depósitos a plazo". No obstante, en 2022, con una subida histórica de la tasa de interés de referencia, la traslación "fue más limitada de lo que habría cabido esperar de acuerdo con el patrón histórico".
Para diciembre de 2022, el Euríbor había experimentado una escalada en esos 12 meses de 350 puntos básicos, lo que supone un alza considerable respecto al alza acumulada durante 12 meses finalizada en junio de 2005 y marzo de 2010, cuando el Euríbor avanzó en 70 y 130 puntos básicos, respectivamente.
El Banco de España indica que en los últimos años los tipos de interés ofrecidos por los depósitos a plazo se han ido comprimiendo hasta casi coincidir con los de las depósitos a la vista. Esto ha provocado que los clientes dejen de elegir este producto. Mientras que en diciembre de 2022 el 7,1% de todos los depósitos minoristas estaban en depósitos a plazo, en 2013 el porcentaje llegó a ser del 53,3%.