Arrancan las rebajas de verano 2022. Algunas comunidades, como Madrid, dan el pistoletazo de salida a los descuentos de esta temporada, marcados por la vuelta a una relativa normalidad tras dos años de pandemia y un incremento sin precedentes de la inflación que podría influir sobre los nuevos precios.

A la Comunidad de Madrid le seguirá la Comunidad Valenciana, donde se prevé que los comercios cuelguen los carteles de descuento a partir del próximo miércoles 29 de junio. En el resto de regiones, se prevé que las tiendas arranquen el periodo el próximo 1 de julio; no obstante, en 2012 la liberación del periodo de rebajas dio vía libre a los comercios para decidir cuándo comenzar y la duración en su establecimiento.

H&M, el grupo Inditex y El Corte Inglés ya tienen numerosos descuentos en sus páginas web y las rebajas se alargarán en estas tiendas hasta finales de agosto. Un alivio para las familias que desde el primer trimestre del año se están viendo afectadas por el incremento incesante de la inflación.

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha reconocido que este escenario se mantendrá más tiempo del inicialmente previsto. "Las noticias más recientes de los mercados internacionales de energía no son positivas", en especial por los cortes de gas y petróleo ruso, ha apuntado la ministra.

La inflación alcanzó en mayo el 8,7% y el Banco de España prevé que se sitúe en el 7,2 % en el conjunto del año. No obstante, se desconoce cómo afectará a las rebajas y si este año las familias tendrán que pagar más que en periodos anteriores.

Lo que sí determinan los estudios es que la inflación ha modificado nuestros hábitos de consumo: "Cuatro de cada diez españoles han hecho o harán cambios en su Economía doméstica para reducir gastos", indica al respecto Martin Wolhfart, director de Insights. Ahora, el 70% de los consumidores se fija más que antes en las ofertas, y preferimos compras menos cuantiosas más a menudo.

Uno de los sectores más afectados ha sido el textil, ya que ante la subida de precios las familias priorizan productos más necesarios. En la actualidad, un 29% de los consumidores ya no compra ropa, y un 13% de las familias no lo hace ni siquiera para sus hijos.