El rendimiento del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide el riesgo país, se reducía a esta hora al 4,462 %, en tanto que el de Italia era del 4,489% y la rentabilidad del bono germano se situaba en el 1,994%.

Según ha explicado el estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, la caída del riesgo país de España se debe, en primer lugar, a que existe una menor aversión al riesgo a nivel global, como muestra la caída del precio del petróleo, que ha perdido cerca de tres dólares en los últimos dos días, así como lo que define como "mayor optimismo económico hacia España".

El banco de inversiones Morgan Stanley auguró que la economía española crecerá por encima del 1% en 2014 y 2015, aunque dejó claro que para ello es necesario seguir con las reformas ante el elevado desempleo y la débil demanda interna.

También la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) puso su granito de arena al elevar su previsión de crecimiento de la economía española al 1%, tres décimas más que en su pronóstico anterior, en tanto que espera que la caída de este año sea del 1,2%, tres décimas menos que en su cálculo previo.

En su último informe de previsiones económicas para España, la entidad explica que la economía se encuentra "en una senda de rápida estabilización que permitirá registrar, ya en el tercer trimestre del año, una tasa de crecimiento positiva". 

Hace exactamente un año, el 10 de septiembre de 2012, la distancia que separaba las primas de riesgo de España e Italia era de más de 50 puntos, aunque pocos días antes llegaba a ser de cien.

El riesgo país de España supera al de Italia desde comienzos de marzo de 2012, después de que la revisión del objetivo de déficit español situara el riesgo país por encima del italiano; entre agosto de 2010 y marzo de 2012 la desconfianza hacia Italia era mayor.

Al cierre de la sesión del 2 de marzo de 2012 las primas de riesgo de ambos países se igualaban, y a partir de entonces la española ha cotizado por encima de la italiana.

La prima de riesgo de España marcó el pasado 16 de agosto su mínimo anual al cierre, 247 puntos básicos; algo más de un año antes, a finales de julio de 2012, alcanzó su máximo histórico al cierre, en 638 puntos básicos.

En los últimos meses el sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda española o italiana ha mejorado de forma notable, y ha evolucionado de forma muy paralela, en línea con el cambio en la percepción que tienen los inversores sobre el riesgo que supone invertir en ambos países.

España e Italia ya no son percibidos como países de riesgo, al mismo tiempo que los bajísimos intereses -en ocasiones negativos- que ofrece la deuda soberana alemana ha decidido a los inversores a reanudar las compras en estos dos países.

Además, la incertidumbre que provocan las elecciones generales que celebra Alemania el próximo 22 de septiembre, en las que el partido gobernante no tiene asegurada la mayoría, han elevado la rentabilidad del bono alemán a diez años a su cota más alta desde marzo de 2012, por encima del 2 %.

A España le ha beneficiado además la estabilidad política frente a los problemas que tiene la coalición que gobierna en Italia para mantener un Ejecutivo estable.