Es un 'click', a la infancia de muchos: los Playmobil. Unos pequeños muñecos articulados que causan sensación entre los más pequeños de la casa, pero que podrían estar en peligro porque la empresa que los fabrica lleva más de una década afrontando problemas.
Fue en 1973 cuando el ingeniero alemán Hans Beck realizó el boceto que les dio vida. El objetivo era crear unos pequeños muñecos de plástico con figura humana, cadera articulada y unas manos en forma de pinza para poder nutrirlos con miles de accesorios que podrían agarrar. Unos elementos básicos que se han convertido en los cimientos de todo un imperio.
De hecho, a primeros del mes de octubre se abría una exposición dedicada única y exclusivamente al 50 aniversario de los juguetes, pero una caída en las ventas durante los dos últimos años está haciendo que todo el imperio se tambalee.
Las razones tras la crisis
"En el sector del juguete se lleva oyendo la palabra crisis desde que llegaron las pantallas y los videojuegos, aunque el juguete tradicional siempre tiene su espacio de mercado", cuenta a laSexta el director de marketing de Juegos Falomir, Fernando Falomir. Sin embargo, si escuchamos a los que venden esos juguetes precisamente, nos damos de bruces con una realidad: una tormenta perfecta ha hecho que la demanda de este tipo de juguetes haya caído.
El primer motivo es la caída de la natalidad, por lo que a menos niños, menos demanda. Además, los hijos se tienen más tarde y padres mayores igual a menos juego. Si a esto le sumamos que el Índice de Fecundidad se encuentra en 1,19, nos da que no son muchos los niños que tienen hermanos para jugar a este tipo de juegos: "La edad de juego se ha recortado, todos los factores hacen que al niño le sea más fácil distraerse con pantallas", cuenta Roberto Pascual, propietario de 'Hola caracola'.
Pascual explica que otra de las razones que han influido seguro es el incremento del precio: tras 20 años vendiendo esos juguetes, cuenta que lo que antes costaba apenas dos euros, ahora roza los cinco.
El aro salvavidas
No obstante, la compañía ha intentado remontar sus ventas mediante la creación de líneas más alineadas con el coleccionismo, con el fin de despertar el sentimiento nostálgico de los que ahora son padres. Los frutos, sin embargo, no han sido los esperados.
También lo han intentado siguiendo el ejemplo que a 'Barbie' le ha salido tan bien: hicieron una película y hasta una serie. El plan no les salió tan rentable como a los de Mattel y el descalabro en taquilla de la película, con la que pretendían competir con el universo de Lego, solo contribuyó a empeorar la situación financiera de la marca.
Así que finalmente el grupo Horst Brandstätter, empresa matriz de Playmobil, ha anunciado el despido de 700 puestos hasta 2025, lo que supone el 17% de los 4.100 empleados que la compañía tiene en todo el mundo. 369 de esos empleados que perderán sus empleos están en Alemania. "La dirección de la empresa decidió esto después de realizar una investigación exhaustiva en todas las áreas comerciales y teniendo en cuenta la evolución del negocio y los desafíos económicos actuales", ha explicado a un diario alemán.
El milagro de la planta española
Pero, como si de un oasis se tratara, la planta de Onil (Alicante), en la que trabajan 80 empleados, es una de las más rentables de la firma alemana. Cabe recordar aquí, que Playmobil entró en España bajo licencia de Famosa (Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil Sociedad Anónima), una empresa con amplia experiencia en el sector juguetero por fabricar algunas de las muñecas más vendidas del país.
Queda en el aire saber si seguirán durante mucho tiempo haciendo 'clicks'.
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