El Gobierno advierte a Telefónica: puede aplicar mecanismos para paralizar su trasvase a Arabia Saudí. La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, ya ha advertido de que "Telefónica es una empresa estratégica para España", y ha zanjado: "Desde el Gobierno aplicaremos todos los mecanismos para garantizar la defensa de nuestros intereses estratégicos...".
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y el consejero delegado de la compañía han volado dirección Arabia Saudí con el objetivo de reunirse con los ejecutivos de Saudí Telecom para conocer las intenciones del grupo árabe tras la adquisición del 9,9% de la principal empresa de telecomunicaciones española.
Entretanto, el Gobierno estudia si vetar o no esta operación. El mecanismo con el que cuenta el Ejecutivo es el escudo antiopas: como Telefónica tiene contratos estratégicos de defensa con España, el Gobierno tiene la última palabra para decidir si una empresa extranjera puede convertirse en máxima accionista.
Sumar recuerda que Telefónica es guardián de datos sensible, por lo que limitarían la entrada de los saudíes, y no al 9,9% que pretende, tal y como ha explicado el portavoz de la plataforma liderada por Yolanda Díaz, Ernest Urtasun.
En los próximos días, Saudí Telecom pedirá el visto bueno del Gobierno español, que ya recibió la llamada de la empresa este mismo martes. Un contacto en el que, ha dicho Calviño, "ha transmitido el carácter amistoso de la operación".
En un comunicado, los saudíes prometen que no quieren hacerse con el control de Telefónica, y la compañía española toma nota de sus pretensiones amistosas.
Por su parte, UGT lo ve positivo si la teleco saudí cumple lo prometido. Su secretario general, Pepe Álvarez, afirma que en ese caso "viene a reforzar a la compañía Telefónica sin tocar para nada lo que es la gestión de la empresa".
Tanto Telefónica como el Gobierno dicen que se enteraron por sorpresa de que Saudí Telecom pretende convertirse en el máximo accionista. Se trata de una compañía que control el régimen saudí y que aún está por ver si el Ejecutivo podría frenar en sus pretensiones.
Este martes, STC Group, el principal operador saudí, adquiría una participación del 9,9% en Telefónica por un importe total de 2.100 millones de euros y se convertía así en el mayor accionista. La inversión se realizaba mediante la adquisición de acciones representativas del 4,9% del capital social de Telefónica y de instrumentos financieros que confieren una exposición económica sobre otro 5% del capital social de Telefónica.
STC Group obtendrá los derechos de voto correspondientes a ese 5,0% mediante la liquidación física de los referidos instrumentos financieros tras la obtención de las autorizaciones regulatorias necesarias. Desde la compañía simplemente apuntaban que "se trata de una gran oportunidad de inversión que nos permite utilizar nuestro sólido balance y mantener al mismo tiempo nuestra atractiva política de dividendos".
El presidente de STC Group, Mohammed K. A. Al Faisal, aseguraba, ademas, que su compañía comparte muchas similitudes con Telefónica, a la par que generaba inquietud en algunos sectores españoles, si bien era recibida en el mercado español con optimismo. Las acciones de Telefónica subieron ayer un 3%, hasta los 3,863 euros por título en el arranque de la sesión de la bolsa española.
Según 'The Economist'
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