Hace 142 años, la hermana María Gay Tibau fundaba una humilde congregación dedicada al cuidado del prójimo. Hoy en día, el Instituto de Religiosas de San José de Gerona tiene clínicas, residencias, colegios y comunidades por 13 países de tres continentes. Y sí, también aparece en la Lista Falciani. El motivo: una cuenta en la que llegaron a acumular en 2006 más de tres millones de dólares.

Desde el Instituto, con casa general en Madrid, defienden que esa cuenta se abrió en Suiza porque allí tenían una comunidad, que cerraron en 1995. Recuerdan que, como organización religiosa sin ánimo de lucro, están exentas de pagar impuestos sobre sus rendimientos.

Y nos explican así la abultada cantidad: "Algunas cuentas pueden llegar a tener cierto volumen, pues provisionamos para hacer frente a situaciones de emergencia o anticipo de proyectos que no siempre se producen, por lo que al cabo del tiempo realizamos una redistribución de fondos". Precisamente, gran parte de esos fondos helvéticos los destinaron a la construcción en Valencia de una residencia de ancianos concertada, que fue inaugurada en 2010.

Sólo un año antes, las Religiosas de San José de Gerona pasaron el cepillo por Burgos: 33.000 euros que los comerciantes de la ciudad donaron para levantar una Escuela Maternal en el Congo. Un proyecto que no se financió con una cuenta, la que tenían en el HSBC, que hoy está cerrada.