"El precio en el mercado eléctrico responde a las condiciones atmosféricas que determinan si hay una mayor o menor aportación por parte de las energía renovables", apunta Natalia Fabra, profesora de Economía de la Universidad Carlos III.

La lluvia, la nieve y el viento del mes de enero en España han permitido que la generación de electricidad haya sido un 31% más barata en comparación con el histórico máximo del pasado mes de enero de 2017 y un 14% versus el pasado mes de diciembre.

Las inclemencias meteorológicas provocan que recurramos a las energías renovables -mucho más baratas que el gas o el carbón-, lo que reduce el precio de la factura de la luz. Pero la duda está en si estos bandazos en el importe de nuestra factura perjudican o benefician al consumidor.

La OCU considera positivos estos vaivenes. "Debemos acostumbrarnos a estos periodos de subidas y bajadas" apunta Enrique García, portavoz de la organización de consumidores.

La profesora Natalia Fabra también apuesta por el uso de las renovables, aunque se muestra consciente de que en momentos donde, por ejemplo, el viento no sople, la factura eléctrica se encarecerá y cuando sí sople, esos precios se compensarán: "Los precios altos en momentos de poco viento o sol, se compensan cuando sí hay".