La gran subida del euríbor ha provocado que tantos las hipotecas fijas como las variables hayan experimentado un gran aumento. Un problema que hace que ya ninguna de estas dos opciones sea rentable.

Ahora, frente a este inconveniente, parece haber surgido una buena solución: las hipotecas mixtas. Lo cierto es que este modelo no es nuevo. Sin embargo, desde 2016 ya no eran muy demandadas, llegando a estar prácticamente desaparecidas.

Una situación que ha cambiado radicalmente, y es que han vuelto a resurgir posicionándose como la mejor opción, en estos momentos, para que las oscilaciones que se están produciendo en el mercado nos afecten lo menos posible.

Para saber el motivo por el que vuelven a ser un modelo muy demandado, hay que entender qué son y las ventajas que pueden tener para nosotros en estos momentos. Para ello, hemos hablado con Gonzalo Bernardos, profesor de Economía, que nos ha dado todas las claves para saber por qué son una buena opción.

¿Qué es una hipoteca mixta?

Lo primero que hay tener claro es que este modelo mixto consiste en una fusión de los otros dos que existen. De esta forma, durante los primeros años, las personas que opten por esta opción disfrutarán de una hipoteca fija y, transcurrido el tiempo que se haya negociado con el banco, esta pasará a ser variable.

Normalmente, el periodo de hipoteca fija oscila entre los cinco y 15 años. "El ejemplo más común es una hipoteca de 30 años. Los 10 primeros son fijos y los 20 siguientes tienes euríbor más 1% ó 1,5%", ha explicado a laSexta Gonzalo Bernardos.

Además, ha dejado claro que esto dependerá mucho de la entidad y la "capacidad de negociación" que tenga cada persona. "En este momento puedes conseguir un tipo del 2,5% ó 2,25%. Sin embargo, no es un tipo que sea el mismo en todas las entidades. Dependerá de si quieren ganar muchos clientes a través de las hipotecas o lo que quieren es reducir el número de las que dan".

¿Por qué 'desaparecieron' en 2016?

Lo cierto es que este modelo se está volviendo a poner de moda y ya son muchas las entidades bancarias que apuestan por él pero, ¿por qué desaparecieron si son tan buena opción?

Lo primero que hay que tener claro es que las hipotecas mixtas siempre han estado ahí, lo que ocurre es que en el pasado dejaron de ser muy solicitadas porque en el contexto de ese momento había otras opciones más rentables, como las fijas.

"No eran excesivamente interesantes ni para el banco ni para el cliente porque tenías las hipotecas fijas a un tipo muy bajo", nos explica Bernardos.

Ventajas y desventajas de las hipotecas mixtas

Al igual que ocurre con el resto de hipotecas, estas también tienen una serie de pros y contras que se verán muy influenciados por el tipo de acuerdo al que lleguemos con el banco.

Por tanto, la principal ventaja que hay que tener en cuenta es que este modelo da la posibilidad de poder garantizarte un tipo fijo durante los próximos 10 años. Un tipo de interés que, además, las entidades ofrecerán más bajo para intentar captar a sus clientes.

Por otro lado, su principal desventaja es que, una vez que acabe el periodo de hipoteca fija, aparecerá la variable y es ahí cuando los bancos pueden aprovechar para intentar sacar un mayor beneficio.

Entonces, ¿son realmente la mejor opción?

En este momento en el que tanto las hipotecas variables como las fijas han experimentado un gran incremento, este modelo se ha convertido en la mejor solución. El principal motivo es que, las entidades que deseen captar clientes ofrecerán un tipo de interés fijo más bajo para poder conseguir su objetivo y así asegurarse de que estarán con ellos mucho tiempo.

Además, aunque es cierto que cuenta con la desventaja de que luego se volverá variable, Bernardos destaca que no tiene por qué convertirse en un problema, ya que no sabemos qué pasará en un futuro. "De aquí a 12 ó 13 años puedo haber ahorrado y amortizar si los tipos son muy altos", indica.

Por otro lado, en caso de no poder hacer frente a esa subida, recuerda que siempre existe "la posibilidad de subrogarse a una fija". Por tanto, para el economista la clave está en tener claro que ahora es imposible comprar tranquilidad para los próximos 30 años. Sin embargo, este modelo ofrece la oportunidad de poder dártela para un periodo de cinco a 10 años, dependiendo del acuerdo al que se consiga llegar con el banco.