Los cinco grandes bancos han incrementado sus beneficios en un 14% y ya han pagado el impuesto a la banca en todo el año, lo que ha supuesto un desembolso de 1.100 millones. Un pago que, además, han compensado con la subida de los tipos de interés y con la resistencia a pagar por los depósitos.

El último gran banco en presentar sus resultados ha sido el Caixabank: "Los resultados no son extraordinarios, los resultados son mejores. Pero son mejores porque parten de un nivel muy bajo", justificaba su consejero delegado Gonzalo Cortázar, que también sustentaba la mejora de su banco en "una mejora de la economía".

"Es un entorno mejor de lo que podíamos prever", ya que se trata de un entorno de tipos de interés altos que la banca está traduciendo a las hipotecas, pero mucho menos a lo que paga por depósitos. Y, es que, en febrero ya se cobraba casi un 5% de intereses a nuevos créditos para hogares, mientras se remuneraba el depósito a tan solo el 0,13%.

Un beneficio al que también ha ayudado otros factores y la reducción de costes que han experimentado, por ejemplo, al cerrar una de cada diez oficinas en el último año.