El Gobierno de coalición sigue trabajando en la que puede ser una de las fórmulas laborales definitorias del futuro inmediato: la semana laboral de cuatro días, una propuesta que en España hicieron suya Íñigo Errejón y Más País que poco a poco va cobrando fuerza en nuestro territorio, así como en otros países del entorno. Ahora, el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez pondrá en marcha un proyecto piloto impulsado desde el Ministerio de Industria, y que tiene por objetivo medir el impacto de esta transición hacia una nueva estructura en términos de empleo.

Será esta misma semana cuando la cartera aún dirigida por Reyes Maroto publique la orden ministerial. Posteriomente, la próxima semana, verá la luz la orden de convocatoria de las bases a través de la cual se abrirá el concurso con el que las pequeñas y medianas relacionadas con el sector industrial se podrán postular para intentar percibir las ayudas que se repartirán para este programa, dotado con hasta 150.000 euros.

Eso sí, para acceder a estas subvenciones las empresas deberían cumplir una serie de requisitos. A destacar, esa compañía deberá aplicar una reducción mínima del 10% de los horarios de trabajo de la jornada, y debe mantener dicho sistema durante al menos dos años, sin que por ello se reduzcan salarios. Con estos preámbulos, unas 70 pymes, según ha detallado el diario 'El Periódico', podrían participar y beneficiarse de esta medida, que no obstante no es nueva en España.

Lo cierto es que, si bien sí va ser la primera vez que a nivel nacional se aborde este proyecto, cuyos resultados pueden determinar la nueva modalidad de empleo que se implante en nuestro país en los próximos años, en la Comunidad Valenciana ya venían aplicando, desde hace casi dos años, una fórmula parecida en la búsqueda del equilibrio y unos buenos resultados que avalasen la posibilidad de reducir jornadas laborales sin que por ello se redujeran beneficios o producción.

Y al igual que ha sucedido en España, una estrategia similar en busca de mejorar los estados de bienestar sin perjuicios se está dando en otros países de Europa, como Reino Unido, Islandia o Portugal. Precisamente, hace poco más de un mes conocíamos el plan del país vecino, que también se animaba a probar la jornada de cuatro días con un proyecto piloto en el sector privado que luego se extenderá a las administraciones públicas. Aunque, en su caso, arrancarán el proyecto todas aquellas empresas que quieran apuntarse.

De momento, la experiencia en Islandia y en Reino Unido es positiva. Ambos países corroboran que no se ha perdido productividad. De hecho, en el caso de Islandia se concluyó que los casos de agotamiento y las bajas por enfermedad después de poner este tipo de jornada cayeron en picado. La productividad, lejos de caer, aumentó. Algo que también ha sucedido en muchas empresas del Reino Unido, donde el 50% de las empresas asegura que su productividad ha aumentado