El Banco de España había detectado que Bankia estaba dando información engañosa al mercado antes de salir a bolsa. Los inspectores lo reflejaron en un acta: "Les comentamos que tienen que corregir la actitud de publicar al mercado información no veraz o engañosa".

En los correos que mandó el coordinador de la inspección del banco a su superior, José Antonio Casaus manifestaba dudas sobre la rentabilidad de la entidad: "La generación recurrente de resultados del grupo Bankia sigue muy débil por las dudas del mercado ante el peso de su deuda y por las políticas del pan para hoy y hambre para mañana".

Otra preocupación era la falta de liquidez en Banco de Valencia, que debía a la entidad presidida por Rato 1.700 millones de euros. "La situación de Banco de Valencia en Bankia no es de autonomía, sino de despiste, y eso es muy peligroso". Pero a pesar de estas reservas, Bankia salió a Bolsa en julio de de 2011.

La acusación popular, que ha pedido introducir los mails en la causa, habla de corrupción institucional. "El juez que está instruyendo el Caso Bankia debería reconsiderar su inicial negativa a que declaren en calidad de imputados toda la cúpula directiva del Banco de España", demanda Andrés Herzog, abogado de la acusación popular.

Para los afectados por el caso Bankia los correos demuestran que el supervisor fue cómplice. "Se tendría que haber vigilado que esto no fuera así y aún así actuaron con complicidad", declara un miembro de '15MpaRato'. No les importó, dicen, que miles de personas se vieran perjudicadas.