La pandemia y las tensiones económicas como la que viven Estados Unidos y China son piezas del tablero economico que han complicado el trabajo de muchas compañías porque parte de su producción está lejos.

Así que ahora se abre el debate: ¿se pueden relocalizar las empresas? Algunas empresas sí se lo plantean: entre 2018 y 2020, nueve empresas españolas volvieron de las 208 que lo hicieron en toda la Unión Europea.

Enrique Fanjul, socio de Iberglobal, explica que se trata de "un fenómeno global", algo que tiene "más o menos importancia dependiendo del sector". Es posible moverse, pero implicaría adaptarse a nuevas legislaciones e incluso activar partes de la cadena de producción que siempre estuvieron fuera, como también explica en el vídeo Alfredo Arahuetes, profesor de Economía.

¿Qué implicaría acercar a las empresas? Se evitarían, por ejemplo, los problemas de transporte y se facilitaría la llegada de los productos. Porque el desabastecimiento tiene dos consecuencias principalmente: el aumento de los costes y la pérdida de ventas para las compañías.

Ante la incertumbre actual, las empresas no solo priorizan reducir costes, ahora también buscan seguridad. Por lo tanto, ¿acercar la cadena de suministros haría más fácil la producción? Ignacio Zalba, gerente de Global Zalmo, lo tiene claro: "Mucho más fácil".

Él tiene una fabrica de sistemas electrónicos y cada componente llega de un sitio diferente. Los plazos de entrega se han multiplicado y los precios también. La vuelta de la industria le facilitaría las cosas, pero admite que la reindustrialización no es fácil y necesita tiempo.